La vigilancia de los fondos públicos está en manos de la Contraloría de la Nación y la Cámara de Cuentas. Ninguno de esos organismos tiene independencia del Poder Ejecutivo y su partido.

Usualmente los integrantes de esas dependencias son miembros del partido en el poder o allegados y demuestran con sus acciones su lealtad al gobierno y al partido gobernante.

Ello permite el desorden que hay y la forma en que se justifican acciones que debían ser examinadas para determinar si se emplean indebidamente los fondos y sus responsables deban explicar ante los tribunales.

La independencia de la Contraloría y la Cámara de Cuentas para que puedan actuar con libertad debe ser una conquista de la lucha anticorrupción.

La gente de este gobierno ha usado descaradamente los fondos públicos para ganar senadurías y diputaciones, sindicaturas, regidurías y la Presidencia de la República.

Se presume que el licenciado Danilo Medina, alto dirigente del Partido de la Liberación Dominicana, candidato a la Presidencia de la República, Secretario de Estado de la Presidencia y antes cercano colaborador del doctor Leonel Fernández, debe saber cómo se bate el cobre en su grupo, dentro de su gente.

Esa astilla del mismo palo dijo que le había sido arrebatada la candidatura presidencial mediante el uso de dinero del Estado o del gobierno, no recuerdo exactamente la expresión, porque aquí se confunden el Estado y el gobierno.

Todos recordamos cuando el ingeniero Radhamés Segura entregó un cheque         a una señora de Baní, para que cambiara la chaqueta de un partido y se cambiara al PLD. Esta acción se produjo en un acto público en el cual estaba presente el candidato doctor Leonel Fernández.

En el mercado político nacional mucha gente cambia de chaqueta porque se le paga una deuda millonaria, porque se le condona una deuda con una agencia del gobierno, sea banco o no, porque se le pagan cubicaciones de obras públicas sacadas del cajón del olvido. También se chaquetea por una candidatura que tanto el partido nuevo, como el candidato, entienden que ganarán.

De una y otra agencia del gobierno se sacan los dineros para uso de vehículos, combustibles, dietas, colaboración para caravanas, pancartas y toda suerte de actividades que contribuyen a la acción proselitista.

Ya comenzó la feria electoral: la Lotería Nacional inicia la campaña en el Distrito Nacional donando 100 millones a los comedores económicos para usarlos en comida para los barrios marginados.

La ciencia ha demostrado que actuamos por imitación y por costumbre, pero uno presume que las conductas indebidas se deben corregir, siempre que la mala maña no se haya convertido en una constante.