La introducción de alimentos sólidos en la dieta del bebé puede suponer una preocupación para muchos padres. Los expertos de Suavinex nos ayudan con ciertas dudas:
Comenzar introduciendo una ración diaria de sólidos, si es posible, a través de las papillas.
Incorporar nuevos alimentos de manera gradual y en pequeñas cantidades, siempre bajo supervisión perdiátrica.
Elegir un momento en el que el bebé esté tranquilo y relajado, para hacer más fácil que asimile las nuevas texturas.
Mantener una alimentación mixta, en la que se combine la leche (materna o de continuación).
Colocar al bebé en una postura erguida a la hora de comer para que pueda tragar bien y evitar atragantamientos.
Ir dejando paulatinamente trocitos en la papilla para que se acostumbre poco a poco a la masticación.
Invitar, a partir de los ocho meses, a probar alimentos que pueda coger con las manos para permitirle descubrir por sí solo texturas y sabores diferentes y nuevos para él.
Ofrecer, conforme a la confianza, la posibilidad de coger la cuchara.
Nunca dejes al niño solo, para evitar posibles atragantamientos.
Mantener una buena higiene bucal, sobre todo al salir el primer diente del bebé.