Ya es hora de normalizar las relaciones con Cuba

Ya es hora de normalizar las relaciones con Cuba

Cuba no representa una amenaza a la seguridad de los Estados Unidos. Mantener el estatus actual de embargo y aislamiento, no conlleva a ventajas políticas o económicas para la Nación.

Continuar con el embargo deteriora las relaciones con Latinoamérica, asimismo, esa política no contribuye al restablecimiento de la libertad del pueblo cubano, al contrario, el aislamiento fortalece la dictadura.

Todo esto quedó demostrado una vez más en la reunión de hace dos semanas en la VI Cumbre de las Américas celebrada en Cartagena de Indias, Colombia, donde por primera vez en la historia de esos cónclaves, ni se pudo firmar una declaración final, precisamente por la fallida posibilidad de incluir a Cuba en las futuras versiones del Foro. 

La realidad es que, aislando a Cuba, somos nosotros mismos los que nos aislamos de los países latinos, pues en todas las reuniones regionales, el reclamo unánime es, qué se levante el embargo hacia Cuba. Pero no solo en la región es recurrente esa petición, sino en la ONU también, ya van decenas de resoluciones de ese  organismo internacional pidiendo el cese de esa insensatez, y seguimos sin hacerle caso a nada ni a nadie.

Para la gran mayoría de las personas, la percepción es que levantar el embargo es responsabilidad del Presidente de los Estados Unidos, nada más falso. Es responsabilidad del Congreso de los Estados Unidos, pues en 1996, el Congreso aprobó la Ley Helms-Burton, la cual no solo extendió el embargo a corporaciones extranjeras para hacer negocios con Cuba y obligó a la administración de turno y futuras a no apoyar el reingreso de Cuba al FMI, sino que también le arrebató a la Casa Blanca el poder de levantar el embargo y se lo traspasaron a ellos mismos.

Todavía más absurdo fue, cuando condicionó que ese embargo solo puede ser levantado cuando los Castros hayan desaparecidos y Cuba celebre elecciones democráticas. Vaya usted a ver !!!

Lo increíble es que ese embargo a quien les conviene es a los Castros, pues primero, apelan al nacionalismo, indicando que David es Cuba contra el Goliath de los EEUU, uniendo así al país en contra de nosotros y segundo, justificando que las expropiaciones a corporaciones norteamericanas al principio de la revolución fueron unas reacciones  justas contra los embargos.

Mientras tanto, todo el mundo haciendo negocios y hasta bailando samba, como es el caso de los brasileños a través de Odebrecht, han llegado a un acuerdo de invertir y operar una central enorme azucarera en Cienfuegos por diez años y también la construcción de un puerto de alto calado cerca de Mariel al norte de la isla.

España es otra que toma ventaja, explora y posiblemente explotará los recursos petrolíferos marinos en el golfo Cubano.

El aislamiento de Cuba ha sido posible por una combinación muy bien articulada de funcionarios y congresistas de origen cubanos bien afianzados en las estructuras de poder de la Nación y un temor de las diferentes administraciones de perder Casa Blanca en procesos electorales, es decir, a ningún Presidente se le ocurriría tocar ese tecla en su primer período ni cuando son candidatos por primera vez.

O sea, la política hacia Cuba ha sido y está  subordinada desde hace más de cinco décadas a una política de apoyo al exilio cubano, es hora, que los intereses nacionales estén por encima de los intereses particulares, ya han pasado 53 años, once Presidentes, ¿ Resultado ?

–Cero ganancias políticas y económicas, fortalecimiento de la dictadura y nuestro alejamiento de los aliados continentales–

Nunca debemos olvidar que es fundamental apoyar la lucha por la libertad de un pueblo que ha estado sometido al yugo de un régimen comunista y represivo que ha demostrado ser un fracaso,  El ideal de libertad nunca muere, a veces esta latente esperando una chispa o cambio, así transcurrió en Egipto, Túnez y Libia — y está ocurriendo ahora en Siria y Myamar –ojalá ocurra en Cuba y tengan su primavera libertadora.  Pero mientras tanto, tenemos que explorar nuevas alternativas, pues mantener y creer que las condiciones de ahora son las de antaño, es un anacronismo político. Si hoy hacemos negocios con los que fueron nuestros más grandes adversarios, como fueron los casos de:  China, Vietnam, Rusia y muchos otros, ¿por qué no con Cuba?  Ya hasta dos Papas en 14 años han visitado Cuba reclamando apertura– solo faltamos nosotros.   

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