Ya es tiempo de sacar la pata

Ya es tiempo de sacar la pata

Una de las primeras medidas del actual secretario de Medio Ambiente, el doctor Jaime David Fernández Mirabal, fue una irracional prohibición absoluta de la cacería. Como pasa con casi todas las disposiciones absurdas, esta es consuetudinariamente violada por “perdigoneros”, o cazadores furtivos “apoyados”, y los discriminados son los ciudadanos cumplidores de la ley.

 La población de rolones, que es la principal especie cazada aquí, se ha multiplicado tanto que constituyen una plaga en ciertos parajes arroceros. Cualquier ecologista se pregunta para qué se “protege” una especie híper-abundante que nunca ha estado en peligro de extinción.

 Las palomas, rolones, rolitas, tórtolas, perdices y otras aves de la familia columbidae, son todas comestibles, y muy apreciadas en diversas culturas, entre ellas la caribeña. Las palomas urbanas, consideradas “ratas con alas”, no son apreciadas a causa de su dieta y hábitos, distintos a los de palomas, tórtolas, rolones y perdices que cuando están en su hábitat natural, son cazadas y consideradas exquisitas, como es también el caso de la codorniz, cuya carne es blanca a diferencia de las palomas, que es oscura.

He citado antes un discurso de Balaguer en que éste narra cómo en una época de gran pobreza los munícipes debieron comerse hasta las rolitas casi mansas que abundan todavía hoy en la ciudad. Y Buenaventura Báez, para quien la sabana donde está hoy el Parque Independencia era un coto de caza de palomas, se burlaba de Meriño citando su origen humilde, que incluía haber andado de muchacho descalzo o en chancletas vendiendo palomas por las calles, antes del esplendor que logró por sus viriles méritos eclesiales y políticos.El rolón y las palomas abundan en toda Norteamérica y las islas del Caribe. Hay tantas de estas aves, que en algunas partes se les considera una plaga.

Hace décadas, venían cazadores desde Puerto Rico a extravagantes festejos rabelaisianos o pantagruélicos, haciendo cacerías sin control al punto que casi extinguen las especies coronita y turquesa. En aquel entonces había tantas palomas, que los criadores de cerdos del Este, especialmente entre Juanillo y Cumayasa, tumbaban los pichones de los nidos ¡para alimentar los puercos!  Todo cazador consciente es un activista en pro del medio ambiente y apoya los controles racionales para proteger especies amenazadas, pero en el caso de los rolones las autoridades deben revisar su metida de pata.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas