Resulta incomprensible que al correr de los años las autoridades públicas y la Asociación Médica Dominicana, primero, y el Colegio Médico Dominicano, después, hayan sido incapaces de sentarse en una mesa de negociaciones para discutir, aprobar y ejecutar una política de empleos y salarios.

Los dominicanos observan, indefensos, cómo los paros médicos se repiten de manera cíclica, en el 95% de las oportunidades por las mismas razones, en demandas de las mismas reivindicaciones.

Hay dos hechos que parecen incuestionables. Uno, los profesionales de la salud que rinden sus servicios en los hospitales públicos reciben unos sueldos alejados de la naturaleza de su trabajo y del presupuesto familiar de ese segmento profesional. Y dos, el Gobierno carece de los fondos necesarios para, de golpe y porrazo, pagar los sueldos a los que aspiran los galenos.

El buen juicio aconseja, entonces, un acercamiento urgente y creativo entre los directivos del Colegio Médico Dominicano y las autoridades de Salud Pública para buscar una solución adecuada, manejable y duradera a esta crisis cíclica que afecta los hospitales estatales y a los millones de dominicanos que atienden en ellos sus dolencias de salud.

La madurez institucional de una nación también se mide por la capacidad de sus líderes para buscar soluciones a los problemas.

Una pregunta

En San Cristóbal no se explican ¿cómo es que las autoridades policiales y militares no han podido dar con el autor del horrendo asesinato del primer teniente del Ejército Guillermo Tejeda Kranwinkel, asignado a la DNCD, si el agresor actuó a la luz del día, en presencia de personas y dejándose ver de todos, como si su acción no implicara peligro alguno?

Pujanza del turismo

La República Dominicana pudo mostrar en Berlín, Alemania, toda la pujanza y el esplendor de nuestra industria turística, en el marco de la Bolsa Internacional de Turismo, feria que, precisamente, estaba dedicada a nuestro país.

Cuidemos nuestro turismo y trabajemos a su favor.