A raíz de que la Asamblea Nacional de Venezuela designara a Juan Guaidó como presidente interino de su país, y se agudizaran las contradicciones políticas y sociales entre gobierno y oposición, por diferentes medios internacionales y locales se comenzaron a hacer pronósticos de guerra. Y de que los días de Nicolás Maduro estaban contados. Todos decían que era cosa de horas o días.
Sin embargo, rompiendo esas proyecciones y contradiciendo voces conocidas y autorizadas de la comunicación, me adelanté a escribir varios artículos en los cuales advertí que eso tomaría tiempo. Que Venezuela tenía sus particularidades. Que para la oposición tomar el poder, tendría, además de apoyo internacional, que contar con militares dispuestos a rebelarse contra el gobierno. Que probablemente la solución saldría del territorio venezolano. Todo eso está escrito en mis artículos.
Porque el que analiza no puede obnubilarse. Ni dejarse llevar por lo que supone que le conviene. Ya sea por propia idea o inducida por intereses de diferente índole. Tiene que tomar en cuenta todos los factores, internos como externos. Porque además, Venezuela es parte importante de un continente. Con fronteras con varios países.
Hoy día, valen tanto los factores endógenos como exógenos. No se puede analizar las cosas simplemente tomando en cuenta el poder de las potencias sin tomar en cuenta los factores internos. Como tampoco ver solo los factores internos sin calcular lo que ocurre, particularmente en las grandes potencias.
En Venezuela, a pesar de los presagios, gobierno y oposición están hablando. Eso no quiere decir que se lograrán soluciones a corto o mediano plazo. Ni que uno va a declinar en favor del otro. Porque ya Maduro no es Maduro, ni tampoco Guaidó es Guaidó. Ambas partes pueden haber pasado a ser fichas del ajedrez de las grandes naciones y de grandes intereses..
Siempre recuerdo un chiste del humorista Álvarez Guedes, quien dijo que había muchos cubanos en el exilio, a quienes se les habían puesto más pequeño el dedo medio o mayor de la mano, pues vivían dando sobre la mesa diciendo: este mes o este año cae Fidel. Pero hay factores o aspectos de la geopolítica, que hasta los más sabios se confunden.
Porque las potencias lucen en conflictos permanentes, pero conversan, Se reúnen permanentemente en la ONU y en el Consejo de Seguridad. Tienen intereses particulares, pero también comunes.
Todos nuestros países, sobre todo los pequeños, están sometidos a esa realidad. Dependen de sus decisiones, pero igualmente de las presiones o los intereses que se muevan entre los grandes. Lo que no quiere decir que sea necesariamente para lo negativo de los países, pero si para las conveniencias de los que tienen más poder. Poder de las potencias y poder de los grupos hegemónicos.
Venezuela está en crisis, pero están conversando. Y es positivo. Ojalá que el pueblo venezolano logre que la cúpula política le ponga fin a las tensiones que destruyen las posibilidades de desarrollo, paz e institucionalidad. Y por nuestra parte, nunca olvidar la gran similitud con ese gran país hermano.