Ya no más promesas
En barrio La Ciénaga han sido engañados históricamente

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j.ramirez@hoy.com.do
Araíz del  paso de las tormentas Noel y Olga, los moradores de los barrios La Ciénaga y Los Guandules abrigaron la esperanza de que sus vidas cambiarían, pues mientras estuvieron en refugios  les prometieron “villas y castillas”.

Sin embargo,  nada ha cambiado.  El hacinamiento y el peligro a orillas del río Ozama son los mismos desde hace 35 años.

A esa situación se agrega que al mediodía, cuando la mayoría de los dominicanos tiene por costumbre almorzar, muchas familias de esta zona no tengan idea de la hora en que sus hijos  mitigarán el hambre, debido a que los adultos salen por la mañana y regresan por la tarde y la noche.  Poco es lo que han logrado conseguir para “paliar el hambre”.

Alrededor de tres mil viviendas han sido construidas prácticamente sobre el cauce del Ozama, pues una gran cantidad de las familias consideradas más vulnerables han levantado sus casas en terrenos pantanosos, utilizando el relleno como plataforma.

Las casas levantadas con pedazos de zinc, casi siempre oxidados y recogidos en desperdicios, así como de madera vieja, es lo que se observa cuando se visita la zona y se habla con sus propietarios, quienes no desperdician la oportunidad para exigir del Gobierno que vaya en auxilio.

Las promesas.  Aunque están concientes del peligro que implica habitar un lugar pantanoso y próximo a un río tan caudaloso como el Ozama, afirman que no tienen otro espacio más humano, por lo que tienen que vivir como los sapos, saltando de lo mojado a lo seco, en temporadas de huracanes como la actual.

Tras el paso de Noel, estos  tuvieron que ser evacuados y llevados a casas de familiares y amigos en zonas altas, mientras otros a refugios como escuelas, iglesias, y locales de organizaciones comunitarias, donde tuvieron la ayuda de las autoridades, sobre todo con  raciones alimenticias.

La promesa de la otra ayuda, considerada por ellos la más importante, como la de una casa o un solar donde pudiesen construir sus casas, no ha llegado, y los más incrédulos no creen que se materialice.

Porfirio de León, se agarra de Dios para no caerse, ya que desde el ciclón David y la tormenta Federico, en 1979, todos los gobiernos han prometido sacar las familias de ese lugar, sin que ninguno haya decidido a hacerlo.

Desiderio de Jesús, narra que hace 35 años el entonces presidente Joaquín Balaguer intentó mudar a los habitantes de La Ciénaga a un proyecto en Las Caobas, al Oeste de Santo Domingo. Pero, como siempre, a la hora de la reubicación se impuso la politiquería y solamente fueron trasladadas algunas familias seleccionadas de acuerdo a su afiliación partidaria.

Un infierno.  No solamente el Ozama constituye un peligro en la zona. La histórica cañada Bonavide sigue siendo una zona  de contaminación, ya que en 1996 una parte fue alcantarillada, pero otra dejada al aire libre.

Hoy esa fuente de aguas negras es además un vertedero de basura que cuando llueve penetra a las casas, lo que provoca que sus habitantes las abandonen para evitar morir asfixiados o ahogados.

Rosario Solano, quien habita a orilla de la cañada, denuncia que cuando ésta se desborda, tienen que abandonar el área, debido a que las aguas penetran a los hogares y el hedor es insoportable.    

Analis Santos, coordinadora del Comité para la Defensa de los Derechos Barriales (COPADEBA),  expresa que el primero de este mes entró la temporada ciclónica y en La Ciénaga  se repite la misma historia.  Una historia marcada por la incertidumbre. Ya se perdió la esperanza, asegura.

Las frases

1. Analis Santos

Estas familias han sido engañadas por todos los gobiernos que han pasado por el país desde hace 40 años.

2. Rosario Solano

No es solamente el río, cuando la cañada Bonavide  se desborda hay que salir huyendo.

3. Gregorio Custodio

Para  comer salgo a buscar cualquier cosa por ahí. No trabajo.

Las claves

1. Población crece

Ya las dos mil familias que fueron censadas hace tres años se han multiplicado en los terrenos que pertenecen al río Ozama.

2.  Foco de contaminación

Por la histórica cañada Bonavide corre todo tipo de contaminación, desde aguas negras, basura, hasta pedazos de animales y personas.

3.  La misma historia

 Cada vez que llega la temporada ciclónica y provoca inundaciones, los diferentes gobiernos prometen sacar las familias más vulnerables del área. Sin embargo, desde que vuelve la calma, las autoridades   se olvidan que ahí vive gente.

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