NUEVA YORK (AP).- Los Yanquis de Nueva York dieron la primera palada a un nuevo estadio que costará 1.000 millones de dólares y que estará adyacente al mítico recinto que ocupan actualmente en el barrio del Bronx. Frente a una gigantesca maqueta del nuevo Yankee Stadium, el propietario del club George Steinbrenner, el gobernador del estado de Nueva York George Pataki y el alcalde de la ciudad Michael Bloomberg se pusieron cascos con el logo del equipo y hundieron sus palas sobre la tierra.
Yogi Berra, una de las leyendas vivientes de los Yanquis, el actor Billy Crystal, super fanático del club, y docenas de políticas y dirigentes observaron la ceremonia desde una pequeña tribuna.
Pataki expresó que los fanáticos ingresarán a un icono cuando acudan a los partidos de los Yanquis a partir del 2009.
El presidente de los Yanquis Randy Levine dijo que el proyecto es la continuación de un legado grandioso, mientras que el alcalde Michael Bloomberg añadió que simbolizará el resurgimiento del sur del Bronx. Durante 90 minutos de discursos, sólo Steinbrenner, quien se quejó del calor, fue breve.
Disfruten el nuevo estadio. Ojalá sea uno maravilloso, declaró Steinbrenner.
El acto se realizó un día después que un magistrado Corte Suprema del estado rechazó el pedido de grupos opositores al proyecto para impedir el inicio de las obras. El juez falló que no hay impedimento legal por la tala de árboles en un proyecto que beneficia la ciudad.
Al aire libre, el estadio tendrá capacidad para 53.000 espectadores. Reemplazará a uno de las instalaciones deportivas más conocidas del mundo, sede de los Yanquis desde 1923, cuando fue bautizado con un jonrón de Babe Ruth en el partido inaugural de la temporada.
El actual estadio, si bien fue remozado en los 70, es el tercero más antiguo en las mayores, detrás del Fenway Park de Boston (1912) y el Wrigley Field de Chicago (1914).
La ciudad contribuirá más de 200 millones de dólares al proyecto, mayormente para obras de infraestructura. Los Yanquis se encargarán del resto mediante bonos.
Hasta hace una década, Steinbrenner denigró el barrio como peligroso y amagó con mudar el equipo a Manhattan o el norte de Nueva Jersey. Pero los Yanquis calculan que atraerán a más de 4 millones de fanáticos este año, su octava campaña consecutiva por encima de los 3 millones.
El nuevo estadio tendrá menos estadios que el aforo actual de 57.478 asientos, pero contará con más palcos de lujo.