POR DIONISIO SOLDEVILA
Los Yanquis de Nueva York representan toda la potencia que se pueda exigir a una organización de las Grandes Ligas. Y su dueño George Steinbrenner no escatima el más mínimo esfuerzo, o el dinero, para conseguir lo que quiere… y a toda costa.

Por eso, con una nómina que superará los US$200 millones y una rotación abridora de US$60 millones, los Yanquis vuelven a ser favoritos a pesar de haber perdido ante sus eternos rivales de los Medias Rojas de Boston en la Serie de Campeonato de la Liga Americana en el 2004.

Con muchos movimientos agresivos y atractivos en la temporada muerta, la rotación de los Yanquis luce como una de las mejores de todas las Grandes Ligas.

Iniciando por el estelar Randy Johnson, el gigante zurdo que fue obtenido en un cambio desde los Diamondbacks de Arizona, los Yanquis cuentan con mucho material de pitcheo.

Johnson viene de una campaña excelente en términos de su actuación personal, aunque su récord del 2004 no indique lo bien que lanzó para los Diamondbacks.

El cinco veces ganador del premio Cy Young (cuatro en la Liga Nacional) tuvo marca de 16-14 con 2.60 de efectividad y 290 abanicados, encabezando estas dos últimas categorías.

Sin respaldo ofensivo Johnson hizo un trabajo espectacular y ahora con los Yanquis se espera una mejoría aunque a sus 41 años de edad hay algunas dudas sobre su salud.

Johnson es el líder del pitcheo, pero no está solo. Lo acompañan el veterano Mike Mussina con su marca de 12-9 con y 4.59 de efectividad. Fue un año por debajo pero el 1-2 que forma con Johnson puede dar mucho agua de beber en la Liga Americana.

La contratación del derecho Carl Pavano fue una movida importante ya que fue uno de los lanzadores más cotizados en la agencia libre luego de ganar 18 encuentros para los Marlins de Florida.

Sigue en la lista el derecho Kevin Brown y Jaret Wright, este último también nuevo en una rotación de pitcheo que luce cambiada en más de un 65 por ciento con nuevos brazos capaces de darle a los Yanquis el campeonato que tanto han buscado desde su último en el 2000.

Todos los lanzadores que forman el grupo tienen la habilidad y capacidad para alcanzar cifras dobles en triunfos y mantener las derrotas en solo un dígito.

En el relevo también se encuentran muchos puntos fuertes para los Yanquis, que mantienen al mejor cerrador de las Grandes Ligas en la última década en la persona del panameño Mariano Rivera.

Rivera salvó 53 partidos en el 2004 y tuvo una efectividad de 1.94 con apenas cuatro oportunidades de salvamento perdidas.

Este año tendrá como preparador de mesa al dominicano Félix Rodríguez, que llegó en la agencia libre desde los Filis de Filadelfia.

Se mantienen otras figuras del año pasado como Tanyon Sturtze, Mike Stanton y Paul Quantrill, capaces de agotar unas cuantas entradas cuando el cuerpo abridor no responde a plenitud.

LA OFENSIVA

Los bates azules tienen mucha fuerza y capacidad, siendo las mejores opciones a considerar Gary Sheffield y Alex Rodríguez, con el complemento de Derek Jeter, Hideki Matsui y Bernie Williams.

Sheffield tuvo el mejor desempeño de los Yanquis en la pasada campaña cuando bateó .290 con 36 jonrones y 121 empujadas.

Sin embargo, Rodríguez viene en su segunda campaña con los rayados con mucho ímpetu, principalmente después de todos los ataques de los que ha sido sujeto en la temporada muerta y primavera.

Rodríguez tuvo una actuación muy por debajo a la alcanzada en Texas y Seattle en años anteriores (.286-36-106), pero también debe tomarse en cuenta que cambió de posición del campo corto a la tercera base.

Uno que tendrá un compromiso ineludible de demostrarse ante el público es el inicialista y bateador designado Jason Giambi luego de su escándalo y relación con el caso de los esteroides.

Giambi perdió gran parte de la temporada del 2004 producto de problemas de salud que algunos relacionan directamente con su consumo “alocado” con las sustancias para mejorar el desempeño físico.

El infield de Nueva York tiene dos nuevos miembros con Tony Womack en la segunda, una clara mejoría en comparación con Enrique Wilson y Miguel Cairo y para la primera base viene de vuelta Tino Martínez después de pasar un tiempo con los Devil Rays de Tampa Bay y los Cardenales de San Luis.

Los Yanquis tienen cerca de una década dominando la División Este de la Liga Americana y no se espera que las cosas cambien radicalmente para el 2005, por lo que será Boston el que nuevamente tendrá que “caerle atrás” a los pupilos del dirigente Joe Torre, en su décima temporada como capataz de los Mulos del Bronx.