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POR DIONISIO SOLDEVILA
Los Yanquis de Nueva York inician una nueva persecución por su primera corona desde el año 2000 cuando derrotaron a sus vecinos, los Metros, en la serie del subway. Después de una temporada del 2005 en la que enfrentaron serios problemas en el pitcheo y una ofensiva repleta de lesiones, los Yanquis lograron ganar la División Este y dejaron atrás a los Medias Rojas de Boston para el wild card en una mala temporada.
Y nuevamente llegan a los playoffs aunque este año con un estigma pocas veces conocido para los pupilos de George Steinbrenner: la prensa norteamericana no los da como favoritos.
El problema principal de los neoyorquinos es una débil rotación de pitcheo abridor, que a pesar de contar con nombres sonoros como los de Randy Johnson y Mike Mussina, estos no pudieron hacer el trabajo durante una larga campaña del 2005.
Sin embargo, sí tienen en su haber unos jóvenes talentosos como el caso de Aaron Small (10-0) o Shawn Chacón (7-3, 2.85), este último después de ser adquirido de Colorado.
Al final de cuentas Johnson pudo despertar al lanzar para una marca perfecta de 4-0 en el último mes de la temporada y no ha perdido un encuentro desde el 21 de agosto.
A su favor, los Yanquis tienen uno de los mejores bullpens de las Grandes Ligas, con el cerrador Mariano Rivera encabezando el batallón luego de salvar 43 encuentros.
Además, con un preparador efectivo como Tom Flash Gordon, los Yanquis pueden darse el lujo de sacar a sus abridores, sin mucho dolor de cabeza, faltando dos o tres entradas para que finalice el encuentro.
La ofensiva Yanqui es excelente, con el antesalista Alex Rodríguez viniendo de una temporada regular en la que sacó la bola del parque en 48 ocasiones y empujando 130 carreras.
Añada a un Jason Giambi que bateó .100 más que el año pasado y la mezcla de Gary Sheffield, Derek Jeter, Robinson Canó y Jorge Posada y los números y las carreras estarán presentes en el día a día.
Vale recordar que los Angelinos que enfrentarán no son los mismos que vencieron a los Yanquis en el 2002 que jugaban estrictamente los fundamentos y el corrido rápido, estos Angelinos se parecen mucho (en el juego de poder) a los manejados por Joe Torre, un veterano con mucha capacidad y sapiencia.
LOS ANGELINOS
Pero el equipo propiedad de Arturo Moreno tiene todas y cada una de las herramientas necesarias para empujar a los Yanquis hacia un abismo y seguir adelante a la Serie de Campeonato.
Ya los Angelinos lo hicieron una vez en el 2002 aunque bajo un esquema diferente, pero en la temporada regular lograron superar a los Mulos del Bronx en seis de los 10 partidos que celebraron entre ellos.
En términos de rotación de pitcheo, ellos son superiores al contar con el único ganador de 20 partidos de la Liga Americana en la persona de Bartolo Colón y añadiendo a un ganador del 2005 como fue John Lackey.
La presencia de Jarrod Washburn podría ser determinante por el hecho de que jugó muy bien en la ruta y tuvo foja de 8-8 con 3.20 de efectividad en general en la temporada.
Además, tienen un gran cerrador en la persona de Francisco Rodríguez, quien salvó 45 encuentros y tuvo una efectividad de 2.67 para encabezar la Liga Americana en el departamento de rescates.
En el plano ofensivo, los Angelinos no tienen nada que envidiarle a los Yanquis con bates poderosos como el del jardinero derecho dominicano, el toletero Vladimir Guerrero.
Guerrero viene de una campaña en la que a pesar de perder casi un mes debido a una lesión en el hombro, producto de una barrida fuerte en el plato a mediados de temporada, pegó 32 jonrones y empujó 108 carreras junto con un elevado promedio de bateo de .317.
Junto con Adam Kennedy, Bengie Molina, Orlando Cabrera y un saludable Garret Anderson, los Angelinos podrían causar estragos al pitcheo neoyorquino.
No se puede dejar de mencionar el caso de Chone Figgins, quien jugó en todas las posiciones exceptuando pitcher, catcher y primera base.
Su velocidad será crucial en esta serie, habiéndose estafado 62 almohadillas en una campaña en la que los Angelinos encabezaron la liga con 154 robadas.
Un punto neurálgico a seguir es la línea central de Anaheim (Molina, Cabrera, Kennedy y Steve Finley), notablemente superior a la de los Yanquis (Posada, Canó, Jeter y Bernie Williams).
