Yemen pone a su Ejército en estado de máxima alerta ante desafío rebelde chií

Yemen pone a su Ejército en estado de máxima alerta ante desafío rebelde chií

Saná.- El presidente de Yemen, Abdo Rabu Mansur Hadi, ordenó hoy al Ejército aumentar al «máximo su grado de alerta» para enfrentarse al movimiento radical chií de los hutíes, que tiene cercado Saná para forzar la dimisión del Gobierno.

El mandatario dio estas órdenes durante una reunión «extraordinaria y urgente» del Consejo de Defensa Nacional (CDN) y el Comité Supremo de Seguridad (CSS), que son los más importantes órganos militar y de seguridad del país, según la televisión oficial yemení.

Aseguró que el CDN y el CSS «están preparados de manera total y con todos los medios, y no tendrán misericordia con ningún intento de socavar la seguridad y estabilidad de Saná».

Hadi advirtió de que «el Estado no permanecerá maniatado frente a esta grave amenaza que se cierne sobre todo Yemen y no sólo sobre la capital».

El líder de los hutíes, Abdel Malek al Huti, instó el pasado domingo en un discurso a sus seguidores a salir en manifestaciones, que denominó «los primeros pasos de una escalada revolucionaria y popular sin precedentes para que caiga el fracasado Gobierno».

Desde entonces miles de milicianos de este grupo, que también se hace llamar «Ansar Alá» (Seguidores de Dios) están desplegados en los accesos de Saná.

Entretanto, la comisión formada por Hadi ayer para negociar con los chiíes llegó hoy al aeropuerto de Saada, en el noroeste de Yemen y controlada por los hutíes.

Esta comisión está presidida por el viceprimer ministro, Ahmed Ebeid bin Daguer, e incluye al jefe de la inteligencia, Yalal al Ruishan, y ocho políticos.

El líder insurgente chií dio de plazo hasta mañana al primer ministro, Mohamed Salem Basandua, para que revoque su decisión de quitar el subsidio a los carburantes.

Este es el motivo esgrimido por los hutíes para convocar protestas, aunque Hadi considera que esto es un excusa.

Ayer, Hadi pidió a los insurgentes chiíes que no conduzcan al país a «un escenario de terror, destrucción y de guerra civil», al recurrir a la violencia para derrocar al Gobierno.

Los hutíes, que se alzaron en armas en 2004 dirigidos por Husein al Huti, padre del actual líder, controlan desde 2010 la provincia septentrional de Saada y tratan desde hace meses de ampliar las zonas bajo su dominio.

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