MURSITPINAR. AFP. Los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) estaban a punto de apoderarse de la ciudad kurdosiria de Kobane ayer, a pesar de bombardeos de la coalición liderada por EEUU, lo que llevó a la ONU a pedir una intervención internacional.
Los combates en esta ciudad clave, en la frontera con Turquía, son calle por calle, entre los voluntarios kurdos, con armamento ligero, y los combatientes del EI, que disponen de armamento más sofisticado, a pesar del hostigamiento de los cazabombarderos de EEUU y sus aliados.
Kobane está «punto de caer», declaró el presidente turco Recep Tayyip Erdogan ante refugiados sirios. «El terror no parará» hasta que cooperemos para una operación terrestre», agregó. Y es que la conquista de esta estratégica ciudad significaría para el EI ocupar una amplia franja de territorio de forma ininterrumpida junto a Turquía, una victoria estratégica que se añadiría a las amplias zonas que ya domina en Siria e Irak.
La batalla por el control de la ciudad es «terrible», dijo la portavoz del departamento de Estado, Jennifer Psaki. El gobierno estadounidense está «muy preocupado» por la suerte de los civiles en la ciudad, a causa del comportamiento del EI, añadió el portavoz de Casa Blanca, Josh Earnest.