“Yo fui al Gautier, y ahí no me querían coger de la pudrición tan grande que tenia del lado izquierdo”, así de infernal narra una mujer que pasó los días luego de someterse a una cirugía plástica en una supuesta clínica estética.

Petra como dijo llamarse para proteger su identidad paga el precio de la “vanidad y belleza” que las redes sociales, le impusieron según ella, “para darlo todo y ser una diva”, nunca esperó que los resultados serían horrorosos.

En medio del llanto y aun angustia narró al programa El informe con Alicia Ortega, que se pudrió por partes, tras adquirir una bacteria luego de realizarse una abdominoplastía y transferencia de grasa en los glúteos.

La mujer quien trabaja en una banca y vende ropa interior, describe el infierno que ha tenido que pasar, luego de las cirugías.

“Yo me imaginé que iba estar diva, que iba a estar dándolo todo, parecía que mi autoestima subiría pero casi pierdo la vida”, indicó María al ver las reacciones que le produjo en su cuerpo las intervenciones realizadas a mediados del 2024.

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Recordó que en medio de la incertidumbre por su condición de salud, clamaba por la piedad y misericordia de Dios “yo decía señor no me deje morir, pensaba en mis hijos”.

Describió que el lugar donde fue operada ubicada en la zona oriental de Santo Domingo, carecía de condiciones adecuadas, según ella solo tenía una camilla, un tubo de oxígeno y unas luces.

Asimismo, dijo que cuando contactaba a los especialistas, recibía respuestas a medias o evasión.

María fue otra de las mujeres que cayó presa de la vanidad, sostuvo ella misma que casi pierde la vida en búsqueda de la “perfección”.

“Los senos me quedaron horribles, se ve que es una persona que nunca había cogido una operación en mano, yo drenaba pus de los glúteos y el brazo izquierdo”, explicó la paciente quien se practicó cinco procedimiento en el mismo centro en dos meses.

Mostró en el espacio la mesa que tiene repleta de medicamentos que le ayudan a enfrentar los días en medio de los recuerdos y dolor de los procedimientos en su cuerpo.

Las imágenes que causan repulsión se observa el pus, costra y otras características presentes en sus heridas, asimismo los hoyos que le dejó la bacteria.

“Tengo que medicarme a cuenta gotas, porque si no me da taquicardia”, expresa la mujer que tuvo que contratar a una enfermera para curar sus heridas.

“Yo tengo el pecho destruido, todas esas heridas todas esas cicatrices, los brazos y todo, cual es la belleza, lo único que hice fue a punto de perder mi vida”, concluyó la víctima de la intervención.

Qué dice Salud Pública

El director del centro de Habilitación del Ministerio de Salud Pública, Juan Mesa, dijo que la clínica mencionada en el espacio, no posee la autorización para operar.

“Nos alertamos que ese centro que operaba en la avenida Independencia, tenía una promoción en las redes de un Viernes Negro, visitamos en el centro y pudimos comprobar que no tenía ninguna habilitación, ningún registro sanitario”, puntualizó.