He leído sus conceptuosos artículos publicados en El Caribe (¡sabe conceptualizar!). Pero no recuerdo haber saludado personalmente al senador de San Juan de la Maguana, el conspicuo ingeniero Félix Bautista, denigrado por sus adversarios por haber dizque sido un mero asistente de sastre en ese pueblo hace dos décadas…

Se publican como pruebas de su alegada deshonestidad que empresas suyas ejecuten obras en Panamá y Haití.

Los medios digitales dan por un hecho que una empresa dominicana no pueda legítimamente ganar una licitación y ejecutar sus obligaciones.

Es una real degradación de las posibilidades de las empresas dominicanas. Actualmente, hay empresas de Santo Domingo controlando la distribución de productos lácteos en Puerto Rico, la distribución de vehículos en Venezuela y Puerto Rico, y así en otros países o territorios cercanos.

Leo en un diario digital lo siguiente: “El senador Félix Bautista entiende que no hay conflictos de intereses entre su posición como legislador y su condición de empresario de la construcción con inversiones en el territorio nacional, en Haití y en otros países”.

“Dijo que en Haití no hay problemas con las obras que les fueron asignadas a sus empresas mediante licitaciones, y que posteriormente se realizaron revisiones y modificaciones a los contratos, cuando hubo cambio de autoridades en esa nación”.

Bautista declaró, en una visita realizada a las oficinas del conocido diario Acento.com, “Haití todavía está en emergencia. Nadie quería ir a Haití, por el cólera. ¿Qué tiene de malo que yo haya ganado licitaciones en Haití?”.

Félix Bautista quizás sea un engendro del mal como en algunas películas de terror, pero hasta tanto un tribunal lo condene como bandido, lo cual no pudo el gobierno del ex presidente Mejía del 2000 al 2004, pese a trancarlo y desconsiderarlo, él es un ciudadano cuya historia de éxitos debería motivar a mucha gente.

Si termina siendo un bandido que merece condena judicial, así sea; a sus acusadores que lo prueben.

Me resulta desagradable argumentar sobre esto, pero el rumor público dirigido por políticos tan comprometidos como el que más, no debe ser un cadalso de reputaciones.

 Si Félix Bautista resulta ser honesto, lejos de una vergüenza, es un ejemplo de cuánto pueden lograr los humildes y desdichados dominicanos que se fajan para tirar p’alante! Qué él mismo comience a transparentar sus negocios y dar explicaciones es lo más correcto.