Yo tengo un millón de amigos

Yo tengo un millón de amigos

Reza un refrán que “quien tiene un amigo tiene un tesoro”, nada más cierto pues hablar de amistad es referirnos a uno de los componentes sociales más importantes para cada ser humano.
Y es que los amigos de la infancia, los de la adolescencia y los de la etapa adulta, de una u otra forma van constituyéndose en la base sobre la que fundamentamos nuestra vida social y afectiva.
Apropósito de que este martes 14 de febrero se celebra el Día del amor y la amistad, surgen algunas interrogantes como ¿qué valor tiene la amistad actualmente?, ¿cuáles son sus beneficios reales? y ¿cómo podemos cultivar ese sentimiento?
El ensayista estadounidense Elbert Hubbard escribió: “Un amigo es uno que lo sabe todo de ti y a pesar de ello te quiere”, y esa declaración es una contundente verdad, pues para mantener una buena amistad se debe aceptar al otro tal como es.
De hecho, las relaciones de las mejores amistades de la pequeña pantalla se han formado en personas totalmente diferentes como: Chandler y Joey (Matthew Perry y Matt LeBlanc en Friends); Leslie Knope y Ron Swanson (Amy Poehler y Nick Offerman en Parks and Recreation); Bran Stark y Hodor (Isaac Hempstead-Wright y Kristian Nairn en Juego de Tronos), o Patricio y Bob Esponja, son sólo algunos ejemplos de la amistad más genuina a pesar de ser totalmente diferentes.
Alimentar la amistad. El autor del libro “Treinta pasos hacia la amistad”, Jaime Fernández Garrido, explica la importancia de valorar la amistad: “Cuando crecemos, el estrés y el ajetreo diario nos hacen olvidar fácilmente una de las cosas más importantes de vida: la amistad. De pequeños la falta de preocupaciones nos permite buscar la amistad en todas partes: hacemos amigos en clase, con los vecinos, con un muñeco e incluso hacemos amigos imaginarios”.
El texto explica que vivimos en un mundo perfectamente comunicado, pero solitario al mismo tiempo. Necesitamos volver a tener y a ser amigos.
Así mismo el autor enumera los elementos de una amistad verdadera:

1. La proximidad. Los amigos son los que están en todos los momentos, dándote un buen consejo y guardando reserva. Además brindan afecto puro.
2. No existen prejuicios. Los vínculos se establecen de tú a tú, sin barreras sociales ni emocionales, con total aceptación por el otro. Un claro ejemplo son los niños, a los que les es más fácil entablar amistades. En cambio los adultos están más determinados por sus miedos personales, lo que los hace abrirse menos y andar defendiéndose de los demás.
3. Buena comunicación. Aquí son importantes los factores como la autenticidad, sinceridad, contención, demostraciones de afecto, etc. Sin ellos es imposible que exista amistad.
4. Nos fortalece. Una amistad positiva potencia nuestras capacidades y talentos, lo que nos beneficia en el desarrollo de una mejor autoestima.
5. Tiempo. Aún cuando nuestro día a día sea absorbente, siempre dejar un espacio, periódicamente, para nuestros amigos, saber cómo están y generar espacios para compartir.
6. No existen elementos sexuales ni románticos. En un verdadero vínculo de amistad lo que prima es el afecto por el ser humano, sin ningún tipo de interés.

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