Yogur, ¿por qué tomarlo a diario?

Yogur, ¿por qué tomarlo a diario?

El yogur se consume desde hace más de cuatro mil años, incluso aparece mencionado en la Biblia. A principios del siglo XX se vendía en las farmacias porque se recetaba por sus cualidades terapéuticas. Este alimento es leche fermentada con bacilos búlgaros y pasteurizada para prolongar su duración. En cada gramo contiene más de un millón de colonias de microorganismos vivos, benéficos para la salud.

Es ideal consumirlo en el desayuno porque prepara el intestino para recibir los alimentos del resto del día, pero también como postre, en la merienda o como colación entre comidas. Su suave sabor gusta a todas las edades y está indicado especialmente para las personas intolerantes a la leche.

Hay numerosos estudios que demuestran que tiene muchas virtudes si se consume diariamente.

Es el mejor aliado del aparato digestivo porque protege contra la acidez natural del estómago y previene y controla infecciones, diarreas, estreñimiento y colitis.

Frecuentemente se recomienda después de un tratamiento con antibióticos, porque ayuda a recuperar la flora intestinal afectada por estos medicamentos.

Puede reducir el riesgo de cáncer de mama y de colon, y sus microorganismos protegen o retardan la aparición de ciertos tumores.

Sus bacterias vivas protegen contra infecciones y enfermedades de la piel.

Proporciona energía porque contiene carbohidratos, proteínas, vitaminas A y B, ácido fólico y minerales (calcio, fósforo, potasio, magnesio, zinc y yodo).

Cucharada de placer

Los primeros yogures fueron de sabor natural, después surgieron los de sabores y luego con trocitos de fruta. Ahora en los anaqueles de los supermercados se puede encontrar yogur con miel, cereales, y otros agregados. Su gran éxito se debe en gran parte a la deliciosa variedad de sabores, además de su equilibrio en acidez y aroma.

Los hay cremosos y líquidos. Existen variedades más cremosas, incluso hay cremosos descremados.

Los yogures ligeros contienen muchas menos calorías que los enteros por estar hechos con leche descremada y edulcorantes en lugar de azúcar. Se han convertido en un elemento indispensable en las dietas para adelgazar o para llevar un estilo de vida saludable.

Se puede comer solo o acompañado de frutas, cereales, galletas. También congelado, en postres, aderezos o ensaladas. Con él se puede sustituir en las recetas lácteos enteros, como leche, crema o queso.

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