El yogurt es un delicioso postre obtenido a partir de la fermentación de la leche. Es posible prepararlo a partir de cualquier tipo de leche, aunque lo habitual en América y Europa es utilizar la de vaca. En Europa oriental se hace a base de leche de cabra, y en países como Egipto y La India se utiliza leche de búfalo.

Para la elaboración del yogurt es necesaria la introducción de bacterias inocuas en la leche, que luego se lleva a un proceso de fermentación en condiciones de temperatura específicas. Cuando el yogurt alcanza el nivel de acidez deseado, está listo para consumir, a partir de ese momento debe mantenerse bajo refrigeración para detener la fermentación.

Al ser una fuente directa de energía, es bueno a cualquier hora del día, solo o acompañado de frutas y cereales.

Cómo prepararlo

Es posible prepararlo en su hogar, aunque de todas formas tendrá que utilizar una cantidad del yogurt comercial. Pero es bastante fácil.  Comience hirviendo un litro de leche y deje reposar hasta que esté tibia. Luego viértala en un recipiente de vidrio o barro y añádale dos cucharadas soperas de yogurt natural.

Deje esta mezcla  reposar tapada, a temperatura ambiente, por aproximadamente siete horas. Si al transcurrir este tiempo la leche no ha coagulado bien, deje reposar un poco más. Cuando ya esté listo para comer colóquelo en el refrigerador para que no se dañe.

Bondades

Probablemente no exista un mejor  beneficio que el de alargar la vida, y de acuerdo a estudios realizados en comunidades donde el yogurt es un alimento básico, este producto es capaz de añadirle unos años a su existencia. Aunque le suene extraño, son precisamente esas bacterias con que se fermenta la leche las que fortalecen el sistema inmunológico y, por consiguiente, extienden sus probabilidades de vida.

La presencia de estas bacterias en el cuerpo mejora la respuesta inmune del cuerpo, protegiéndonos de infecciones respiratorias como la neumonía.

 Estudios han revelado que la ingesta de yogurt previene las infecciones vaginales por levadura (producto de un hongo llamado Candida albicans), reduce considerablemente los niveles de colesterol malo y aumenta el bueno en las mujeres.

El yogurt aporta una larga lista de nutrientes, como vitamina B12, yodo, potasio y fósforo. También aporta calcio, por lo que es ideal para que los niños desarrollen huesos fuertes y sanos.

Y no sólo es bueno en cuestiones nutricionales, sino que también es un aliado de la belleza. Es utilizado, junto a otros ingredientes, para la preparación de mascarillas faciales.

Receta

Yogurt de fresas

1 litro de leche

 6 cucharadas de leche en polvo

 3 cucharadas de yogurt natural

 Para la mermelada

 250 gramos (8.75 onzas) de fresas

 Azúcar al gusto

 3 cucharadas de agua

Colorante de alimentos (opcional)

Preparación.  Caliente la leche y mézclela con la leche en polvo y el yogurt natural. Deje reposar por seis horas y luego reserve en la nevera por doce horas más. Para preparar la mermelada, lave y pique las fresas en trocitos. Llévelas a fuego con las tres cucharadas de agua, el azúcar y el colorante y deje cocer hasta que espese. Cuando el yogurt esté listo, agréguele la mermelada. Puede disfrutar de este yogurt acompañado de galletas o cereal.