POR MANUEL EDUARDO SOTO
La noticia ha causado revuelo tanto en México como en el resto de América Latina, donde Yuri ha sido una de las grandes estrellas de la música en los últimos 25 años. La rubia cantante mexicana anunció que si este año no podía quedar encinta, simplemente adoptaría un hijo, pero no uno mexicano ni de algún otro país de la región.

Su objetivo es buscar uno nada menos que en Rusia, por recomendación de la presentadora de televisión María Celeste Arrarás, quien ya adoptó un bebé nacido en Rusia y está feliz con él.

“Si Dios no me da un hijo este año, voy a iniciar los trámites para adoptar uno de Rusia”, dijo la intérprete de “La maldita primavera”, actualmente casada con el músico chileno Rodrigo Espinoza, a la agencia española de noticias EFE.

De acuerdo al cable, Yuri quiere un niño ruso por recomendación de su amiga, la presentadora de televisión María Celeste Arrarás, quien ya adoptó un bebé nacido en Rusia y está feliz con él.

Consciente de la reacción negativa que tendrían sus declaraciones entre los mexicanos, donde hay abundancia de niños abandonados que se dedican a montar espectáculos de malabarismo en las calles, o sino a delinquir, Yuri agregó en la entrevista que no quería un niño de su país para que en un futuro sus familiares no la presionen para sacarle dinero.

Yuridia Valenzuela Canseco, el nombre que el que nació hace 40 años, ha conocido el éxito en el plano artístico, pero en el personal no ha sido igual. Muy publicitada fue su ruptura con su madre, doña Dulce María, quien la representó inicialmente, al igual que su divorcio en 1988 de Fernando Iriarte, quien la manejó después de eso.

Tuve ocasión de entrevistar a Yuri en el apogeo de su carrera como cantante, en 1982. Cenamos en un restaurante de Nueva York y se mostró muy reservada cuando llegamos a tratar asuntos de índole personal, como su vida sentimental. “No quiero hablar de eso”, me dijo cortésmente a la hora de los postres, mientras en una mesa contigua comía tranquilamente su “amigo” Fernando, según lo definió ella misma.

Aunque Iriarte se mantuvo marginado de la entrevista, noté que no era sólo amistad lo que vinculaba a Yuri con su misterioso acompañante. Y el tiempo me dio la razón, ya que posteriormente declararon abiertamente que eran pareja y hasta llegaron al altar. El enlace terminó en divorcio tres años más tarde, sin dejar hijos.

Iriarte se hizo cargo tiempo más tarde de la carrera del grupo Pandora y se casó con una de sus integrantes, Mayte (María Teresa Lascurain), y el matrimonio también terminó en divorcio.

Actualmente, Yuri sigue cantando –aunque no con el mismo éxito de hace un par de décadas– y acaba de lanzar un nuevo álbum, el que por esas cosas del destino cuenta con coros del grupo Pandora. En la producción, titulada “Yuri”, canta a dúo con Mijares, Ana Bárbara y Vicente Fernández.

Hace unos años, Yuri dejó a un lado su imagen sensual –incluso se abultó los senos con implantes de silicona– para entregarse por completo al cristianismo, cantando temas de orientación religiosa. Pero al ser dejada de lado por sus admiradores por ese motivo, acaba de declarar que decidió volver al estilo pop con el que alcanzó tantos éxitos en el pasado, pero sin que eso signifique que vaya a renunciar a su fe.

“Creo que refleja mucho de mi carácter y mi forma de ser en cada canción, claro que vuelvo a lo mío, pero con sonidos totalmente vanguardistas y actuales”, expresó la estrella a quien en su país apodan “La Güera”, por el color rubio de su pelo.

*El autor es periodista chileno.