Zapatean porque son los Hijos del Sol y los Andes

Zapatean porque son los Hijos del Sol y los Andes

Las comunidades indígenas de la zona de Cotacachi, en el norte de Ecuador, celebran la fiesta del solsticio de verano y de las cosechas con un emocionante baile de zapateo, con el que dejan en claro que son los Hijos del Sol y de los Andes.
Miles de indígenas se reúnen en grandes grupos para bailar por las calles de Cotacachi, una pujante región agrícola que en esta época del solsticio, cuando el sol cae sobre la línea ecuatorial de forma perpendicular, celebra las cosechas y la valentía de sus hombres.
Las comunidades bailan por varios días, en grupos, con un incesante y contagioso zapateo que a veces intimida, pues es fuerte y rítmico.
Los hombres se protegen con grandes sombreros de cartón reforzado, con el que se escudan de eventuales golpes con los látigos que usan algunos para demostrar su bravura.
“Yura palomo, warmi racito, soy del cerro Cotacachi”, cantan los danzantes que zapatean con vigor el suelo para despertar a la Mama Pacha (Madre Tierra, en quichua) y agradecerle por las buenas cosechas.
“Ahora sí, aquí estoy, soy blanco, soy palomo, soy del cerro, soy de aquí, soy de allá, soy de la quebrada, soy de las nieves, soy de las montañas”, cantan los bailarines al son de un sanjuanito, una armónica melodía interpretada con tambor, pingullo (una especie de flauta), armónicas y rondadores.
Y es que en la cosmovisión andina, esta es la época del Inti Raymi o la Fiesta del Sol, una celebración inca que también evoca la masculinidad y la valentía del hombre, según refirió Carmen Haro, profesora e historiadora de Cotacachi.
Origen. El Inti Raymi “en realidad es una fiesta inca” que se extendió por todo su territorio, desde Chile hasta Colombia, y que se instituyó para afianzar este imperio suramericano precolonial, añadió Haro con base en los relatos del cronista de Indias Juan de Betanzos.
Fiesta en grande. Ese festejo, ya bajo la conquista española, se tradujo en una fiesta por la llegada de la cosecha en las grandes haciendas que exigían, por ley, a las comunidades el pago de tributos, lo que generó una rivalidad entre los grupos indígenas.
Por ello, en Cotacachi, la fiesta de San Juan puede terminar en pelea, como rezago de la rivalidad heredada de la época colonial, comentó Haro.

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