BOGOTA (AFP).- El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ofreció este jueves apoyar con aviones y la posible venta de helicópteros la lucha antiterrorista del presidente colombiano Alvaro Uribe, pero sin lograr acallar las críticas por la venta de armas a Venezuela.

   Rodríguez Zapatero, quien se reunió este mediodía con el mandatario colombiano, anunció en Bogotá la donación de tres aviones-ambulancia tipo C212, y dijo que su gobierno evalúa la venta de «unos helicópteros, para reforzar la política de seguridad» de Uribe.

   «Colombia nos ha dicho que necesita una mejora de su flota de aviones de transporte y el gobierno español está en condiciones de hacer una donación gratuita de tres aviones. Aquello que necesiten, que sea coherente con nuestros principios, que podamos facilitar, pues se hará», dijo el gobernante español.

   Con su anuncio intentó acabar con las suspicacias que rodean su visita por la venta al gobierno de Hugo Chávez de cuatro patrulleras de vigilancia costera, cuatro corbetas y diez aviones de transporte C-295, que sectores de Colombia, Estados Unidos y Venezuela sostienen que alimentan una carrera armamentista.

   «Tenemos que quitar de la cabeza que en la región hay algún tipo de situación que pudiéramos considerar conflictiva, en términos que se haga pensar sobre el riesgo de un rearme», dijo Rodríguez Zapatero en Bogotá, al defender la negociación con Venezuela.

   Aclaró que las naves que comprará Venezuela no tienen «carácter ofensivo, sino de vigilancia», por lo que ni Estados Unidos ni Colombia deben preocuparse, al tiempo que negó que Madrid promueva «un desequilibrio regional» con un supuesto acercamiento a Chávez y un distanciamiento de Uribe.

   Las dudas, sin embargo, no lograron disiparse. Dirigentes políticos recordaron que a su llegada al poder hace un año el gobernante socialista dio marcha atrás a la decisión de su antecesor, José María Aznar -aliado de Uribe-, para la venta de 46 tanques AMX-30 a Colombia.

   «Zapatero ha mostrado su cara de un hombre de paz al interior de España, pero afuera vende armas a países mostrando una faz distinta, la de la guerra», aseguró el ex presidente colombiano Andrés Pastrana (1998-2002), quien dijo compartir las críticas del Partido Popular (PP) de España.

   En plena visita de Zapatero, funcionarios del gobierno colombiano fueron citados por el Senado para que expliquen por qué Uribe avaló la negociación entre Madrid y Caracas en una cumbre el martes en Puerto Ordaz -sur de Venezuela-, a la que además asistió el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.

   Los periódicos locales El Tiempo y El Colombiano se hicieron eco de las críticas al señalar que, con una «visita protocolaria» a Bogotá, Zapatero intenta maquillar la razón principal de su cuarto viaje a América Latina: la venta de armas a Venezuela.

   Pero el gobernante español insistió en que la agenda de cooperación con Colombia es amplia y en su visita firmará convenios sobre protección de inversiones, promoción cultural e intercambio comercial, cifrados en unos 500 millones de dólares.

   Además ratificó que «España está al lado del gobierno de Uribe y, si lo requiere, estaremos ayudando» a facilitar un diálogo con las guerrillas comunistas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y Ejército de Liberación Nacional (ELN).

   Durante su primera visita a Colombia, Rodríguez Zapatero se reunió con Luis Eduardo Garzón, el primer alcalde de izquierda de Bogotá, quien le entregó las llaves de la ciudad, y acudió a una sesión especial en el Congreso, donde fue condecorado.

   También se encontró con representantes de organizaciones no gubernamentales (ONG) -que mantienen tensas relaciones con Uribe-, así como con familiares de rehenes de las FARC, entre éstos la madre de la ex candidata presencial Ingrid Betancourt, de nacionalidad colombiana y francesa.

   Rodríguez Zapatero y su comitiva, integrada por los ministros Miguel Angel Moratinos (Asuntos Exteriores), José Bono (Defensa) y José Montilla (Industria y Comercio), partirá la tarde de este jueves a Madrid.

   Analistas y dirigentes políticos estiman que, independientemente de las diferencias ideológicas entre ellos, Uribe debe aprovechar la visita de Zapatero para mejorar sus difíciles relaciones con la Unión Europea.