BRASILIA (EFE).- José Luis Rodríguez Zapatero inició ayer en Brasil su primera gira latinoamericana como jefe del Gobierno español, para relanzar unas relaciones que su gobierno y partido consideran que resultaron «degradadas» durante el mandato de José María Aznar.

   El gobierno socialista español, que asumió hace diez meses, manifestó su deseo de «reconstruir las relaciones» con Iberoamérica y en ese sentido se inscribe una declaración de Zapatero sobre su intención de visitar todas sus naciones.

   El actual ejecutivo socialista cree que durante los ochos años de gestión del conservador Aznar, España «perdió terreno» en Iberoamérica, se «degradaron»y «debilitaron» las relaciones y se registraron conflictos, por distintos motivos, con Argentina, Cuba, México, Perú, Chile y Venezuela.

   Zapatero inició su ofensiva en mayo pasado en México y ahora la continúa en Suramérica comenzando hoy por Brasil, cuyo presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, se manifestó convencido de que con los socialista en el poder en Madrid las relaciones bilaterales mejorarán y ganarán «más amplitud y profundidad».

   El embajador brasileño en España, Osmar Chohfi, declaró a periodistas en Brasilia que «en ningún otro momento» antes hubo entre las dos naciones «tanta convergencia ni tantas posibilidades de profundización» con esta visita de Zapatero.

   Si por un lado desde mediados de década pasa el comercio bilateral aumentó hasta alcanzar un volumen de intercambios en 2004 por encima de los 3.000 millones de dólares y la inversión española en Brasil pasó virtualmente de cero a 26.000 millones de dólares, en lo político el antiguo obrero del metal Lula y el ex inspector de finanzas Aznar no parecieron tener buena sintonía.

   Eso se puso en evidencia hasta el último minuto del último encuentro entre ambos, en octubre de 2003, cuando, en un aparente intento de limar asperezas, Lula le dijo a Aznar que no le parecía tan conservador como antes pensaba, y éste que ni él tan socialista como creía.

   Zapatero y Lula, aparte su origen ideológico similar, que los ha hecho unir fuerzas en el combate al hambre en el mundo, mantienen coincidencias, por ejemplo, sobre Iraq y el multilateralismo para resolver pacíficamente los conflictos.

   «Esta visita busca consolidar las actuales afinidades políticas entre los dos gobiernos», dijeron fuentes del ministerio brasileño de Relaciones Exteriores.

   Altos funcionarios del mismo ministerio explicaron que Zapatero y Lula deben concretar acciones sobre el Plan de Asociación Estratégica, que fue firmado en 2003 para fortalecer el diálogo político e intensificar las relaciones económicas y comerciales, pero que hasta ahora no había pasado del papel.

   Durante la visita del Presidente del Gobierno Español será suscrito un acuerdo de cooperación sobre turismo, otro sobre cesión de tecnología y un tercero para cooperación sobre seguridad sanitaria y fitosanitaria.

   Y también dos memorandos, uno sobre cooperación en materia de cambios climáticos y proyectos de desarrollo limpio, y el otro sobre cooperación en educación.

   Las dos naciones tienen la voluntad de impulsar las negociaciones para el acuerdo de libre comercio de la Unión Europea con Mercosur, en el que tantas esperanzas habían puesto en 2003 Brasilia y Madrid, pero que quedó varado en octubre 2004 por diferencias sobre productos agropecuarios, debido a las barreras y subvenciones dentro de la UE.

   Asimismo, posiblemente se trate la crisis que enfrenta a los gobiernos de Bogotá y Caracas por la manera como fue capturado en Venezuela y llevado a Colombia Rodrigo Granda, destacado jefe de las Farc, el principal, más antiguo y activo grupo armado colombiano.

   Lula tiene hoy en Caracas a un asesor personal intentado facilitar el diálogo entre Colombia y Venezuela, mientras que ha sido cancelada la escala en Caracas que Zapatero se proponía hacer al final de esta gira, al parecer por presiones colombianas.

   También se espera que se trate sobre Haití, donde Brasil encabeza una misión de pacificación de la ONU en la que participa España.

   Brasil se ha mostrado muy preocupado con que la concentración de acciones humanitarias en el sudeste asiático por el devastador maremoto de diciembre haga olvidar problemas como el de Haití, «arrasado desde hace 200 años por un tsunami social».

   La Alianza de Civilizaciones propuesta por Zapatero para evitar que un nuevo muro político separa Occidente del mundo árabe y musulmán, tiene el respaldo de Brasil, que prepara para mayo próximo una cumbre de gobernantes árabe-suramericanos.

   Lula y Zapatero están también empeñados en un proyecto brasileño para convencer a los acreedores sobre el canje de una parte de la deuda externa por inversiones en educación.

   Zapatero tiene previsto llegar a Brasilia a las 17.45 hora local (19.45 gmt) para una visita de 48 horas, que concluirá al martes a mediodía cuando desde Sao Paulo seguirá la gira a Argentina y luego a Chile. EFE