NACIONES UNIDAS (EFE).- El jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, justificó ante la Asamblea de la ONU la retirada de las tropas españolas de Irak por no compartir las razones de quienes promovieron la guerra y propondrá una Alianza de Civilizaciones entre el mundo occidental y el árabe y musulmán.
Rodríguez Zapatero avanzó en conferencia de prensa el contenido de su intervención de hoy ante la 59 Asamblea General de Naciones Unidas, en la que defenderá una lucha contra el terrorismo fundamentada exclusivamente en la legalidad y en la legitimidad democrática.
Para el jefe del Ejecutivo español, «la paz exige más valentía, más determinación y heroísmo que la guerra» y, al hilo de ello, justificó su decisión de retirar los efectivos militares españoles que se encontraban Irak.
Tras reconocer que el «difícil» panorama que se vive en ese país dificulta el cumplimiento del plazo establecido para celebrar las elecciones el próximo mes de enero, confirmó que España está dispuesta a seguir apoyando financiera y políticamente el proceso de democratización de Irak y la recuperación de su soberanía.
Zapatero dijo que se ha hablado mucho en los últimos tiempos del riesgo de un choque de civilizaciones y, en ese contexto, recordó la caída del «Muro de Berlín» después de dividir al mundo durante muchos años.
«Hoy tenemos que evitar que un nuevo muro de incomprensión y odio divida al mundo», añadió Zapatero, quien detalló que esa es una tarea esencial de Naciones Unidas y, por ello, avanzó que propondrá la creación de una Alianza de Civilizaciones en el mundo occidental y el árabe y musulmán.
Una propuesta que trasladará también hoy mismo al secretario general de la ONU, Kofi Annan, para que plantee la creación de un grupo de alto nivel (similar al ya existente para la reforma del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas) con el fin de analizar la iniciativa.
Esa Alianza dijo que tendría como objetivo profundizar una relación política, cultural y educativa entre ambas partes.
Zapatero explicó que defenderá la lucha contra el terrorismo desde el respeto a la legalidad internacional y a Naciones Unidas, y tras señalar que, «al igual que la peste», el terrorismo no tiene justificación alguna, consideró necesario que en ambos casos se conozcan sus raíces para decidir el combate necesario.
Respecto a Oriente Medio, advertirá de que, si no se soluciona el conflicto existente en esta región, no habrá seguridad ni estabilidad en el mundo, ya que se trata de «un tumor primario de múltiples focos de inestabilidad».
Por ello, realizará una llamada al Cuarteto (EE.UU, UE, Rusia y ONU) para que impulse su trabajo de mediación.
Además, reconoció que el liderazgo palestino ha atravesado una situación de dificultad y debilidad, pero consideró que no puede esperarse a que haya un proceso de liderazgo mucho más asentado para buscar una solución, porque cada día que pasa hay pérdida de vidas humanas.
Su intervención ante la Asamblea de la ONU servirá igualmente para agradecer la solidaridad recibida por España tras los atentados de Madrid del pasado 11 de marzo y recordar que este país lleva soportando el terrorismo treinta años en los que ha aprendido a soportarlo y combatirlo.
Tras expresar también la solidaridad española con Estados Unidos por el 11-S, reiterará el compromiso de España en la lucha contra la pobreza y el hambre.
Preguntado por la intervención del presidente de Estados Unidos, George W.Bush, ante la Asamblea de la ONU, señaló que hubo algunas cosas que comparte más y otras menos y, al respecto, manifestó que el combate contra el terrorismo debe tener unas pautas determinadas.
No obstante, destacó el objetivo común de todas las naciones libres de luchar contra el terrorismo más allá de discrepancias sobre un país o un método concreto y a pesar de que esas diferencias se hayan visualizado en un conflicto como el de Irak.
Sí calificó de «interesante» la propuesta de Bush de crear un fondo para la democracia, a falta de que esa iniciativa se concrete.
En cuanto a las opiniones de que hubo un cambio de Gobierno en España debido a los atentados del 11 de marzo en Madrid, respondió que esa interpretación supone que hay muy poco conocimiento de los españoles.
Tras defender la voluntad popular, se refirió a los comentarios que sobre este mismo asunto ha habido en España, en alusión a los realizados por dirigentes del PP, y consideró que «las victorias exigen humildad y las derrotas inteligencia».