MADRID, (AFP) – El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo este sábado que «si es necesario acelerar reformas, lo haremos», y destacó que no se desviará de «la austeridad» económica, tras una semana en la que los mercados se cebaron con las incertidumbres sobre la deuda pública española.

Después de reunirse con los directivos de 37 grandes empresas españolas, Zapatero declaró en una conferencia de prensa que «si es necesario acelerar reformas, lo haremos».

Para el presidente español, la acción económica del gobierno se basa en tres ejes: «austeridad» para reducir el déficit público, cosa que «se está cumpliendo», reestructuración del sistema financiero con las fusiones de las cajas de ahorro y «las reformas estructurales» (reforma laboral, pensiones, sistema energético). Respecto al tercer punto, el gobierno español quiere «seguir con las reformas estructurales y llevarlas a la práctica con la máxima celeridad» para «ser más productivo y ganar competitividad», concluyó Zapatero.

Sobre las jubilaciones, Zapatero destacó que el gobierno quiere llevar adelante la reforma, prevista en el primer trimestre de 2011, a ser posible recién comenzado el año. La reforma prevé aumentar de 65 a 67 años la edad legal de jubilación. Zapatero anunció también la creación de una «comisión nacional» para mejorar la competitividad de las empresas.

La nueva entidad será independiente y contará con «personalidades» de peso, según el jefe del gobierno. En cuanto a las cajas de ahorro, la reorganización conducida por el Banco de España ha sido acometida «con celeridad» y quedará terminada de aquí a Navidad, añadió Zapatero. Las cajas de ahorro regionales, de diversa envergadura y consideradas como el flanco débil del sistema bancario español por su exposición al estallido de la burbuja inmobiliaria, fueron alentadas a fusionarse durante el año 2010.

Así, de las 45 cajas de ahorros, 39 han participado en 12 procesos de fusión. Por otro lado, la reunión con los 37 empresarios fue «extraordinariamente útil, muy positiva, porque hemos reforzado un compromiso por la estabilidad económica de España, por la recuperación», según Zapatero. El presidente quería con esta reunión inusual calmar el nerviosismo observado en las bolsas después de que cundiera el rumor de que España, al igual que Grecia e Irlanda, podría necesitar ayuda internacional para afrontar su elevado endeudamiento.

En los últimos días, Zapatero y la ministra de Economía, Elena Salgado, multiplicaron las declaraciones para convencer de la solidez de la economía española y descartar categóricamente que el país vaya a pedir ayuda financiera. Pese a ello, el diferencial del bono español a diez años respecto al alemán, de referencia en la zona euro, se disparó el viernes a un récord histórico, el equivalente de 2,6%.