LA HABANA. AFP. El expresidente socialista español José Luis Rodríguez Zapatero cerró ayer una visita de dos días a Cuba, donde fue acogido como jefe de Estado, provocando la ira del gobierno conservador en Madrid.

El ex mandatario dijo que viajó a la isla como miembro de la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte, y a verificar una ayuda otorgada por su gobierno a Cuba, donde fue recibido por el presidente Raúl Castro, lo que despertó una ácida reacción del canciller español José Manuel García-Margallo, quien calificó su viaje como una «deslealtad».

«No voy a entrar en ninguna polémica con el señor Margallo, y menos aquí, menos fuera de España (…); siempre trato de sumar en función y en interés de España», dijo el líder socialista, quien viajo acompañado por su excanciller Miguel Angel Moratinos.

García-Margallo, a quien Raúl Castro no recibió cuando visitó la isla en noviembre pasado, declaró este jueves que el viaje de Rodríguez Zapatero a Cuba «supone una extraordinaria deslealtad en la gestión de la política exterior». «No voy a saltarme esa regla, de una imagen de unidad en los intereses que son de Estado, cumplo fielmente a esos intereses, fielmente, eso sí lo puedo asegurar», le respondió Rodríguez Zapatero.