MADRID (EFE).- El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente de Egipto, Hosni Mubarak, abogaron hoy en Madrid por «dar pasos para fortalecer la unidad de los palestinos y abrir un proceso de diálogo político» en Oriente Próximo.
Zapatero y Mubarak ofrecieron una conferencia de prensa conjunta en la que expresaron su confianza en que no haya más excusas para la paz tras la muerte del líder palestino Yaser Arafat, una vez concluida en el Palacio de la Moncloa, sede del Gobierno español, la primera reunión que celebran ambos gobernantes.
Los dos interlocutores analizaron también, entre otras cuestiones, la situación en Irak y las relaciones bilaterales, y coincidieron, según Zapatero, en la «preocupante situación» en Oriente Próximo y en Irak y se comprometieron a aumentar su contribución a la paz y el diálogo.
Con respecto al conflicto palestino-israelí, Rodríguez Zapatero y Hosni Mubarak -que llegó la víspera a Madrid- subrayaron la «urgente necesidad de dar pasos para fortalecer la unidad de los palestinos, garantizar la seguridad en Palestina y abrir un proceso lo antes posible de diálogo político a fondo».
A una pregunta acerca de la posibilidad de que el próximo año se pudiera lograr el acuerdo que permitiera la existencia de un Estado palestino tras la muerte de Arafat -el pasado día 11-, Zapatero detalló que sobre la paz en Oriente Próximo se han esgrimido argumentos para avanzar y excusas para bloquear el proceso de paz.
Explicó, por ejemplo que, con la guerra de Irak, algunos aseguraron que se abriría la puerta al proceso de paz en Oriente Medio, mientras que otros sostuvieron que Arafat era un problema.
«Lo que hace falta es voluntad política, y ésta se tiene que traducir en un proceso de diálogo en un entorno de seguridad y con un objetivo claro: la existencia de un Estado palestino», añadió Zapatero, quien dijo que «ojalá» éste fuera una realidad en 2005.
El presidente del Gobierno aseguró que España contribuirá a la unidad palestina y pondrá, tanto bilateralmente como con la UE, todo de su parte para que el diálogo político a fondo en Oriente Próximo se inicie cuanto antes.
Al respecto, recordó que el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, es un «profundo conocedor» de la situación por haber sido enviado especial de la UE para Oriente Próximo y «un buen amigo de todas las partes» y va a realizar un viaje en los próximos días a Israel y a los territorios palestinos.
Por su parte, Mubarak subrayó que siempre se ha dicho que Arafat era muy importante para el proceso de paz y que era la persona que podía convencer a su pueblo ante posibles cesiones ante los israelíes.
«Algunas partes lo han usado como excusa y, ahora que ha fallecido, que no busquen otra excusa para no avanzar en el proceso», reclamó el presidente egipcio.
Mubarak destacó la importancia de impulsar el papel del Cuarteto (Estados Unidos, UE, Rusia y ONU) en la solución del conflicto y opinó que la retirada israelí de la franja de Gaza es una parte del camino previsto para ello.
Respaldó igualmente la unidad palestina y que sus dirigentes colaboren entre ellos para avanzar en el proceso de paz.
En relación con Irak, Zapatero y Mubarak resaltaron la necesidad de abrir cuanto antes un proceso hacia un Irak democrático, soberano y con una relación muy cercana con los países limítrofes, proceso para el que el presidente del Gobierno reiteró el apoyo de España en el terreno económico y de la cooperación política.
La reunión sirvió para comentar los resultados de la conferencia sobre Irak celebrada esta semana en la localidad egipcia de Sharm El Sheij, que confiaron en que sea un paso más para lograr los objetivos deseados.
Para Zapatero, el diálogo entre España y Egipto y la buena relación bilateral es un activo ante el proceso de paz necesario en Oriente Próximo, y el liderazgo de Mubarak en toda la zona supone otro activo en favor de un área del Golfo más estable.
Mubarak expresó igualmente su apoyo a la propuesta de Alianza de Civilizaciones entre el mundo occidental y el árabe y musulmán planteada por Rodríguez Zapatero ante la Asamblea General de la ONU e invitó al jefe del Gobierno a visitar próximamente El Cairo.
Zapatero expresó su voluntad de profundizar y mejorar las relaciones entre España y Egipto, especialmente en el terreno económico, y confió en una intensificación de las mismas en ámbitos como el de la energía, en el que recordó la próxima inauguración en Egipto de una planta de gas licuado realizada por una empresa española.
La situación en Sudán ocupó también parte de la conversación entre el jefe del Gobierno y el presidente egipcio, quienes expresaron su deseo de que el final del conflicto en este país pueda ser una realidad a final de año.