Manuel Zelaya dijo ayer que a la OEA hay que ponerle dientes para que pueda actuar cuando se produzca un golpe de Estado.
El derrocado residente de Honduras Manuel Zelaya consideró ayer que a la Organización de Estados Americanos (OEA) hay que ponerle dientes para que disponga de mecanismos que le permitan actuar cuando se produzca un golpe de Estado o violaciones a los derechos humanos.
Dijo que enviará la propuesta a la próxima reunión de Río a la que no tiene previsto asistir por compromisos contraidos previamente.
El ex mandatario hondureño propuso que entre las sanciones que se debían imponer a los golpistas de cualquier país, estarían la disolución de las fuerzas armadas, cuyos miembros se vean involucrados en esas acciones.
Estimó que es necesario crear un organismo latinoamericano que defienda a los países de la región donde se produzcan alteraciones a la voluntad de los pueblos como sucedió en su país el 28 de junio del año pasado.
Zelaya hizo sus planteamientos en una conferencia de prensa-desayuno que le ofrecieron miembros del Parlamento Centroamericano (Parlacen). Descartó por ahora retornar a su país a hacer vida política.
Atropellados. El ex mandatario denunció que ex ministros de su gobierno están siendo perseguidos y hostigados pese a que en su país el Congreso aprobó una ley de amnistía que parece no se respeta.