LOS ÁNGELES. Catherine Zeta-Jones revivió el terror que vivió ante el reiterado acoso de una mujer que la amenazó con rebanarle la carne hasta los huesos. Luchando para mantener su calma mientras atestiguaba en una audiencia preliminar, la actriz recordó cómo en un punto temió sufrir un ataque al corazón o una apoplejía debido a las amenazas de muerte contenidas en cartas y llamadas telefónicas.

Zeta-Jones, de 35 años, declaró que para ella era “horrible conocer las intenciones violentas, horrorosas y satánicas”, de alguien hacia ella. “Nunca había tenido una amenaza de muerte y ésta me afectará para el resto de mi vida”, dijo Zeta-Jones a la corte.

Dawnette Knight tiene 25 cargos por acosar a Zeta-Jones con llamadas telefónicas y cartas amenazantes entre enero de 2003 y mayo de 2004. En la audiencia preliminar se determinará si hay suficiente evidencia para procesarla.

Knight, de 32 años, es descrita por su abogado como víctima de un “enamoramiento de niña” hacia el marido de Zeta-Jones, Michael Douglas. Siendo esa la razón por la que acusaba a la actriz de ser una “cazafortunas y una perra”.

Knight envió las cartas al suegro de la actriz, Kirk Douglas, a los amigos de la familia y a los canales de televisión.

En ellas acusaba a Zeta-Jones de tener un romance con George Clooney, y de casarse con Douglas sólo por su dinero, demostrando un conocimiento detallado del sistema de vida de la actriz y sus viajes entre Bermudas, España, Las Vegas y Los Ángeles, sus películas y compromisos comerciales.

Zeta-Jones, quien llevaba un vestido negro simple, dijo que su momento más aterrorizante ocurrió en mayo cuando recibió tres amenazas de muerte en dos días, cuando la llamaron por teléfono al hotel de Amsterdam en donde ella permanecía mientras rodaba su próxima película “Ocean’s Twelve”.

La actriz dijo que en ese momento comenzó a temblar y a sudar, que se sintió débil y pensó que podía tener un ataque del corazón.

Zeta-Jones, quien ganó el Oscar como mejor actriz secundaria por “Chicago”, dijo que las cartas contenían detalles personales tales como el nombre de la niñera de sus dos hijos y una descripción del vestíbulo de su casa en Los Ángeles.