Zoila Martínez de Medina Auténtica, enérgica y preocupada por la suerte de los desposeidos

Zoila Martínez de Medina Auténtica, enérgica y preocupada por la suerte de los desposeidos

El contacto había sido hecho con precisión y buena acogida. Llegamos esa tarde a un acogedor y hermoso apartamento con vista al mar, donde fuimos recibidos por nuestra anfitriona, quien nos esperó con una amplia sonrisa. Allí pudimos apreciar el calor del mismo, decorado con elegantes cuadros de vivos colores y recipientes con adornos florales por doquier.

De porte elegante, sencillo y natural, una presencia suave pero al mismo tiempo enérgica, Zoila Martínez de Medina refleja sin matices, una personalidad definida y espontánea. Sus ideas son tan firmes como sus sentimientos, y ambos los lleva de la mano sin titubeos.

Vestida con un implacable traje azul de vistosos colores y una espontaneidad que le caracteriza, Zoila Martínez de Medina tiene esa luz, ese don especial de dialogar pausadamente, permitiendo que sus palabras exhiban toda su grandeza y naturalidad.

Nació el 13 de Junio de 1941 en la cuidad de Santo Domingo; es abogada de profesión, con un post-grado en Derecho Procesal Civil. Ha ocupado importantes cargos en la administración pública como son: Fiscal del Distrito Nacional, sub- administradora general y consultora jurídica de la Lotería Nacional, entre otros.

Es una mujer emprendedora, y actualmente está casada con el doctor Diógenes Medina Medina, con quien procreó cuatro hijos; Cesar, Diógenes, Flor y Zoila. Es evidente pues que la familia y Dios forman parte importante en la vida de esta gran mujer. Su base familiar es parte de esa seguridad personal, de ese equilibrio que exhibe con orgullo.

Zoila es ese prototipo de mujer segura de sí, y tratar de definirla de otra forma sería quitarle la esencia misma de su sencillez, su naturalidad y espontaneidad. Su entrega se percibe en su mirada, su forma, en su especial estilo de comunicarse, en su trato con los demás, en su amor hacia su esposo, sus hijos y nietos. Es una mujer que disfruta su vida y su espacio por encima de todo.

Zoila de Medina sueña con poder dejar un hermoso legado a su país, a base de principios y aportes sociales hacia la clase más desposeída que es el pueblo.

Al preguntarle cómo fueron sus inicios profesionales, respondió con gran firmeza: “todos los inicios son muy duros, mayormente cuando se viene de barrio pobre, pero mis padres me enseñaron, me trasmitieron y sobre todo me impregnaron, de valores y disciplina, enfatizándome que yo podía deslumbrar en un futuro mejor si estudiaba”.

Abrazó el derecho por vocación, por tratar de hacer justicia y que esta prevalezca siempre con gran regocijo, así nos manifiesta que cuando fue fiscal, de una mano tenía los códigos y de la otra la Biblia.

Mientras escuchaba sus hermosas palabras, merecía necesario preguntarle ¿qué le motivó a escribir otros temas, siendo usted abogada?

“Simplemente mis impulsos y mis deseos de dejar plasmada a través de obras, consejos, orientaciones, como temas del diario vivir, o mis inquietudes, como en mi libro “un grito de indignación”.

[b]¿Cuál es su línea de estilo

literario?[/b]

“Mi línea es simple, pero con un contenido profundo y asimilable, porque está llena de sentimientos y humanidad”.

“He escrito dos libros de Diplomacia que tienen como título, “Manual Práctico de Diplomacia”, e “Introducción a la Diplomacia”; una reseña con el título “Corea, tierra de promoción y un Grito de indignación”.

En la actualidad está en su fase final dos libros “Dominicanas de Espíritu Indomable” y “Testimonio de una Amistad Balaguer y yo”, que serán puesto en circulación en este mes de marzo.

[b]¿Cuáles son las mujeres más relevantes que usted destaca en su obra “Dominicanas de espíritu indomable?”.[/b]

“Casandra Damirón, Elupina Cordero, Ercilia Pepín, Mamá Tingó, las Hermanas Mirabal, María Trinidad Sánchez, Concepción Bona, Juana Saltitopa, Indira Gandhi, Corazón Aquino, Margaret Thacher, entre otras”.

[b]¿Cuáles son las mujeres que usted más admira?[/b]

“María Trinidad Sánchez, Juana Saltitopa y Concepción Bona”.

[b]¿Ha hecho usted alguna

investigación en torno a las mujeres que incluye en su obra?[/b]

“Claro, yo tengo cuatro años en el Archivo General de la Nación, ayudada por el señor Campo Castillo, que me ha ido suministrando libros según yo se lo he ido pidiendo. El director Ramón Fonbernat también me ha dado la mano. He leído muchas obras, en la bibliografía dice todo lo que he tenido que leer, noches enteras, porque me ha apasionado la vida del personaje o la persona que estoy leyendo, me transporto a su época y la vislumbro, pienso que fue así, como con María Trinidad Sánchez. Yo a esa señora la vislumbro, la vivo, la emulo, lo único que no quisiera morir como ella”.

¿Cuál es la trascendencia histórica en la sociedad dominicana de esas mujeres?

“Sus aportes junto a los próceres independentistas y los trinitarios, porque sin ellos no tuviésemos hoy escudo, patria, bandera ni nación”.

[b]¿Cuál es su apreciación sobre el avance de las mujeres en la sociedad?[/b]

“Hemos avanzado bastante, pero nos falta mucho por recorrer, aunque la mujer ha demostrado tanto o igual talento que el hombre para desempeñar cualquier cargo, porque se cultive, estudie y vislumbren nuevos horizontes, lanzándose a conquistarlos”.

[b]¿Cómo ve usted la incidencia de la literatura en la mujer dominicana?[/b]

“Muy bien. La mujer dominicana ha avanzado, ya han ido perdiendo el temor, han conquistado su medio y han empezado a escribir”.

¿Ha llevado alguna de sus experiencias como fiscal a la literatura?

¡Ay no!, toda la experiencia que tuve en la fiscalía dejaron una huella en mi que yo quisiera olvidarla, porque hubo casos muy tristes, pero también me siento regocijada porque pude sacar de la cárcel a mil ciento doce presos, junto a Corporán de lo Santos, que estaban presos sin expediente, por una bobería, pero no tenían abogado que se ocuparan de esos casos”.

[b]Si a usted se le designara como defensora del pueblo, ¿cuál sería la primera decisión que tomaría?[/b]

“Reclamar con firmeza y equilibrio a la vez, en la mesa del diálogo, usando la razón antes que la fuerza, para que sean respetados los derechos del pueblo que desde muchas décadas atrás viven atropellados e impotentes por las descargas de abuso que se comenten en su contra, agravado ahora por compañías extrajeras que venden servicios públicos como la electricidad. Yo creo más en la razón que en la fuerza”.

[b]¿Qué satisfacción le ha dado en estos momentos escribir?[/b]

“Mucho, porque uno se envuelve en ese mundo, la satisfacción más grande que me produce cuando ya el libro está terminado que yo lo acaricio, yo duermo con él, en cualquier rincón de mi casa usted encuentra un libro, esa noche cuando me lo entregan, aun con el olor de la imprenta yo duermo con el, pongo dos o tres porque esos son mis hijos, yo no tengo pretensiones, pero son mis hijos y los quiero como tal”.

[b]¿Cómo le gustaría que la recordaran?[/b]

“Como una mujer preocupada por la suerte de los más desposeídos, que luchan sin tregua, porque se les respeten sus derechos consignados en la constitución y otras leyes, como derecho a la vivienda a la educación, a la salud y a un trabajo digno, donde puedan ganarse con dignidad el sustento del diario vivir”.

[b]¿Cuál es su opinión acerca del Día Internacional

de la Mujer?[/b]

“Debería ser todos los días, la mujer es la mitad del mundo, y la otra mitad ella la parió. La mujer debe seguir luchando por la igualdad de talentos y oportunidades frente al hombre, debe seguir cultivando su espíritu a través de la lectura y seguir desarrollándose como hasta ahora”.

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