Zona Colonial, puertas siempre abiertas

Zona Colonial, puertas siempre abiertas

Puerta del Conde. Construida en 1586, en su parte superior tiene una cuerda en altorrelieve que la bordea a modo de cornisa. Está formada por dos enormes cubos compactos enlazados por una curvatura de piedra que forma su techo. En 1728 la arcada de rocas sustituyó a los gruesos maderos con los cuales fue construida por orden del gobernador De la Rocha Ferrer.

El portón estaba cerrado para evitar el acceso de enemigos, hasta que en 1854 el Conde de Peñalva lo abrió, realizando en ella importantes obras.

La entrada era antes de 1854 una frontera por donde los habitantes salían con salvoconductos para ir a la común de San Carlos; por allí transitaban antes de las 6:00 de la tarde para evitar quedar fuera y tener que dormir en ese poblado.

[b]Portón de la Misericordia[/b]

Construido en 1543, primero se llamaba Puerta Grande, por ser la mayor que había en la parte oeste de las murallas, pero su nombre actual se debió a la Capilla de la Misericordia que en 1842 estaba cerca de allí.

Su estructura consiste en dos amplios parapetos en su parte superior. Arriba tiene un gran arco rebajado con los muros fabricados de sólidas y gruesas rocas, rematado en la parte exterior por elementos verticales de ladrillos que sostienen la arcada de perfil curva a modo de grandes baquetones. Contaba con una entrada que tenía gruesos maderos que la cerraban.

En el medio frontal que da a Ciudad Nueva hay una gran garita (torrecilla) con tres ventanillas techadas por una preciosa cúpula. Igualmente, en ambos lados tiene otras dos puertas amplias más bajitas.

Se abrió a finales del siglo XIX para permitir la salida al otro lado de los vecinos, y actualmente no se cierra.

[b]Puerta de San Diego[/b]

Construida con gruesas piedras en 1549, por el lado del río muestra un arco conopial rebajado bastante ancho, donde hay preciosos capiteles platerescos de las pilastras adosadas a sus muros y encuadrando el hueco de la arcada se aprecia un adorno rectangular arabesco.

Hay un ornamento desarrollado en forma de espiral, principalmente en los capiteles de orden jónico compuesto, donde se ven hojas de acanto, cabezas de ángel y guerreros, además de las molduras bien labradas.

El frente posee una decoración renacentista al tener cinco piezas heráldicas, único en el Nuevo Mundo. El portón continúa todo el tiempo abierto.

[b]Puerta De la atarazana[/b]

Esta puerta tampoco se cierra. Tiene una sólida construcción pétrea, donde la parte frontal que da a la calle Colón, frente al edificio de las Reales Atarazanas, tiene unos nueve metros de alto.

Hay un arco rebajado con un techo que va en declive hasta el otro lado más bajo, el cual tiene tres metros de ancho, mientras que su pared de grandes piedras labradas tiene un grosor de unos tres y medio metros de amplitud.

Del lado izquierdo posee una estrecha puertecita donde el alto de sus marcos curvean y unidos forman un vértice. La misma, al otro costado, tiene una abertura ancha que cerrando en forma triangular llega hasta ella, la cual está cerrada con una verja.

Tiene dos escalinatas de ladrillos unidas en la cima. Una que conduce a la parte superior y otra para bajar.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas