Zona turística se adapta al cambio climático

Zona turística se adapta al cambio climático

EFE-Reportajes. La subida del nivel del mar, el aumento de la temperatura, la disminución de las precipitaciones y el incremento de los fenómenos meteorológicos extremos son algunos de los problemas a los que tendrá que enfrentarse el mundo en las próximas décadas y que el Proyecto de Reforma de la Playa de Palma ya tiene en cuenta para el diseño de la que será la futura reconversión de esta zona hacia un lugar totalmente sostenible y respetuoso con el medio ambiente.

La Playa de Palma ha sido desde los años sesenta un destino turístico de referencia en España y muy popular en el extranjero, especialmente en Alemania y Gran Bretaña. Situada en la costa suroeste de la isla de Mallorca, en Baleares, esta zona de diez kilómetros de costa se ha caracterizado por ser un lugar de visita irrenunciable durante los descansos estivales.

Medidas

Cada año pasean por la arena de la Playa de Palma alrededor de un millón y medio de personas (las mismas que visitan toda la isla de Cuba) que se hospedan en las cerca de sus 40,000 plazas hoteleras y se añaden a los 30,000 residentes.

Ahora, tras cincuenta años de expansión urbanística, la zona está masificada de edificios que fueron construidos sobre los años sesenta y que han quedado obsoletos, por lo que se necesita de una pronta intervención que convierta la Playa de Palma en un destino turístico innovador, pionero y totalmente sostenible.

Cubrir los edificios con un revestimiento que mantenga la temperatura, utilizar las ruedas viejas para hacer asfalto, retirar las bolsas de plástico de los comercios o crear más sombras con árboles son algunas de las medidas que harán de la Playa de Palma un lugar acorde con el medio ambiente.

La reconversión de la Playa de Palma, un proyecto único en el mundo por su carácter global que pretende incidir sobre áreas muy diversas,  está dirigida por el equipo internacional de arquitectos West 8, que lidera el holandés Adriaan  Geuze.

Proyecto de  futuro

La gerente del Consorcio de la Playa de Palma, Margarita Nájera, tiene claro que se trata de un proyecto de futuro y que, como tal, ha de tener en cuenta que las condiciones actuales no serán  las mismas que habrá en 2020, cuando está previsto que se finalice.

Colaboración

Por ello, Nájera asegura en una entrevista a Efe que una de las claves que hace destacar este proyecto sobre el resto es que se va a realizar adaptando la zona al cambio climático.

El Consorcio cuenta para eso con la colaboración del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA), que se encarga de analizar los distintos escenarios que podrían darse en las próximas décadas como resultado del calentamiento global.

Por ejemplo, se están diseñando las calles creando gran cantidad de espacios con sombra -gracias a los edificios y al arbolado- que permitan refugiarse de las altas temperaturas, y además –dado el posible aumento del nivel del mar y del oleaje– se remodelarán los dos puertos de la Playa de Palma. La idea es lograr en la neutralización de los GEI (como el dióxido de carbono) en las actividades locales.

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Inversión

El proyecto cuenta con una inversión inicial de unos 2,500 millones de euros (3,683 millones de dólares) para los próximos diez años y no se centra sólo en la adaptación al cambio climático, sino que también pretende mitigar sus efectos. Así, se está diseñando todo un entramado de estrategias para reducir la carga ecológica de la zona. y lograr el objetivo “balance cero” en la emisión de gases de efecto invernadero.

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