Zooberto, el parque del terror ¡fuíquiti!

Zooberto, el parque del terror ¡fuíquiti!

Si el flamante alcalde de Santo Domingo deseaba estar en boca del pueblo y ser el centro de la atención de los munícipes, con su esperpéntico parque de la Kennedy con Lincoln, lo ha logrado. Pocas veces algún político ha conseguido llamar tanto la atención como lo ha hecho Roberto Salcedo con su alucinante proyecto.

Pero al mismo tiempo, si el mal gusto y la desfachatez fueran un delito, Esmérito Gavilán (que así también se llama don Roberto) debería estar preso y también condenado a instalar sus “monstrocos verdes” en el patio de su casa, para disfrute de su propia familia. El invento se trata de unas estatuas que parecen hechas en plástico o cartón, horrorosamente pintadas de verde, que no llegan a ser caricaturescas sino algo así como piezas de un parque del terror, desproporcionadas, sin sentido artístico ni propósito educativo, pues el niño que las vea si no se asusta al menos se confunde. ¡El águila es más grande que el elefante! ¡El mono parece un primo de King Kong con esteroides y comedor de espinacas, pues su brazos recuerdan a Popeye el marino! ¿Y la araña? ¡Dizque tiene más patas que los arácnidos reales! ¡Y es más grande que la jirafa! ¡Oh Dios! ¿Roberto nunca vio el Disney Channel o Discovery o NatGeo?!

Es una burla enorme a los munícipes de Santo Domingo el que habiendo tantas carencias de todo tipo, en vez de sensatamente rescatar un espacio público forestándolo o instalando facilidades menos ofensivas a la vista y la sensatez, Salcedo trate a los capitaleños como si fueran descerebrados sentados en su show de televisión, ávidos de aplaudirle cada “¡fuíquiti fuíquiti!” que se le ocurra.

La indignación del público ha sido tan enorme que en pocos días ya hay páginas de Facebook de munícipes opuestos al feísimo disparate. Uno sugirió que el “Zooberto” fue propuesto a Salcedo por un infiltrado en su campaña, enviado por adversarios, pues la verdad que este “faux pas” le costará miles de votos.

A mí me parece que esos animales deben desmontarse cuando antes, que arquitectos del PLD rescaten esa plaza como Dios manda, que Roberto pida excusas por su locura, y que los demás políticos tomen nota, que la gente está harta de que se burlen de ellos impunemente. Aparte de decenas de millones de pesos, se perdieron muchos votos.

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