Hoy 
POR SORANGE BATISTA
Un experto internacional en temas de reformas constitucionales consideró ayer que la Junta Central Electoral (JCE) tiene una arquitectura esquizoide con permanente vocación al conflicto que necesitaría ser rediseñada para que se pueda lograr una buena Reforma Constitucional, que además requiere de una buena ley electoral y de partidos políticos.
El doctor Daniel Zovatto, representante regional para América Latina del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral Internacional (IDEA), expresó para que haya una buena reforma a la Constitución tiene que haber una buena ley electoral y una buena ley de partido político que incluya un rediseño de la JCE que tiene una arquitectura esquizoide con permanente vocación al conflicto con dos cámaras y nueve miembros.
Asimismo el experto argentino subrayó que de todas las reformas constitucionales hechas en América Latina donde los presidentes han propugnado por la reelección, el único que no tuvo éxito fue el ex presidente Hipólito Mejía.
Al disertar en el seminario Las Reformas Constitucionales en Latinoamérica: Experiencias y Perspectivas, Lovatto sostuvo que la Reforma debe ser producida dentro del diálogo amparado en el consenso.
Sobre el particular, el presidente de la JCE, doctor Julio César Castaños Guzmán dijo que es evidente que el tema de ese organismo es un tema de la Reforma Constitucional y reiteró que está totalmente de acuerdo en que se produzca una división del organismo electoral en dos instancias independientes.
Indicó que esas dos instancias serían un Tribunal Supremo Electoral, elegido por el Consejo Nacional de la Magistratura que a su vez tendría un presidente y cuatro miembros encargados solo de lo contencioso, lo electoral y de la persecución de los delitos electorales, con un fiscal electoral incluido para que eleve la acusación y formulación de las pruebas.
La otra instancia, dijo Castaños Guzmán, sería una Junta Central Electoral (JCE) escogida por el Senado de la República con una mayoría calificada de dos terceras partes con un presidente y cuatro miembros y que a su vez tenga las funciones de organizar las elecciones y el Registro Civil.
