Buscando mangos bajitos

Buscando mangos bajitos

Qué rápido reaccionó el presidente de la Suprema Corte, el doctor Mariano Germán Mejía, a las declaraciones de la fiscal del Distrito Nacional, Yenni Berenice Reynoso, sobre problemas de transparencia en las jurisdicciones  administrativa e inmobiliaria, donde al igual que en los tribunales  de justicia penal son un secreto a voces a la espera de que algún escándalo exponga al aire  la podredumbre. Germán Mejía  emplazó a la fiscal, mediante  una carta, a  que presente las pruebas que sustenten su denuncia, para que se puedan realizar “las pesquisas correspondientes y aplicar las sanciones pertinentes”. No es la primera vez que Yenni Berenice, que no tiene pelos en la lengua, critica públicamente el desempeño de la justicia, pero sí la primera vez que el presidente de la Suprema  reacciona  de inmediato mostrándose  tan interesado en abrir  una investigación. ¿Cuántas veces ha dicho cosas peores el Procurador General de la República Francisco Domínguez Brito,  a quien acaba de pedirle que obligue a su subalterna a presentar esas  pruebas? ¿Tendrá algo que ver con esa actitud tan proactiva el escándalo que sacude a la justicia dominicana, en el que todavía no está claro cuál ha sido su papel?  Por supuesto  que sí, y se nota demasiado. Su proactividad, sin embargo, llega muy tarde, como también su intención de aprovecharse del mango bajito que cree ver en la joven fiscal para distraer la atención de lo que verdaderamente importa en estos momentos, es decir a lo que todos deberíamos aspirar, al menos en un país ideal donde  el PLD no controle “todos los poderes”:  que se desmonte la mafia que trafica con  sentencias y manipula procesos judiciales, y que los responsables, tanto los jueces que cumplieron las “instrucciones superiores” para dejar en libertad a narcotraficantes, asesinos y alcaldes corruptos como los que  las impartieron desde las alturas, reciban una sanción ejemplarizadora.

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