Franklin Mirabal 
Luis Scheker Ortiz está haciendo un excelente trabajo con el Pabellón de la Fama.
En estos días se le nota muy feliz debido a que montará una edición para la historia.
Se trata de la edición número 50, que este año recibirá a 15 nuevos inmortales del deporte.
Creo que es una medida correcta de ampliar la lista de seleccionados porque hay mucha gente en el círculo de espera.
El evento de este año será el 16 de octubre, y por el alto nivel de los atletas a exaltar, ya tiene el éxito asegurado. Shecker Ortiz celebrará un acto de bodas de oro, al que han sido invitadas las principales personalidades de la vida política y social del país.
Es bueno resaltar que el Pabellón se fundó en 1966, luego de la Revolución de Abril, por un grupo de hombres encabezados por el doctor Pedro Julio Santana. La primera elección fue realizada en 1967, durante un acto celebrado en el hotel El Embajador, donde fueron escogidos Félix Armando Gómez (Kid Dinamita) y Octavio Almonte (Toro Isleño), en la disciplina de boxeo.
Scheker tiene un equipo de trabajo muy serio, que monitoriza y evalúa la hoja de servicio de todos los atletas. Me parece que no hay espacio al “cabildeo” y rara vez hay quejas con los atletas electos. Scheker vino a invitarme personalmente y le dije que voy a estar presente ese día. El Pabellón de la Fama es una actividad que conserva su solemnidad y goza del aprecio de la familia deportiva.
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