50 años de la banca en RD
Madurez  y solvencia 

50 años de la banca en RD<BR>Madurez  y solvencia 

Cuando en 1961 un grupo de dominicanos puso fin a la dictadura de Rafael L. Trujillo, el país contaba con apenas cuatro bancos comerciales con los que se manejaba una economía pequeña y primitiva, cuya principal actividad procedía del campo, donde vivía la mayor parte de la población.

El Banco de Reservas de la República Dominicana, The Royal Bank of Canada, The Bank of Nova Scotia y el Banco de Crédito y Ahorros contaban a finales de 1961 con depósitos por unos 22.2 millones de pesos (entonces a la par con el dólar), y 24.2 millones de pesos en capital y reservas, según los datos que aparecen en la obra de Julio César Estrella “La Moneda, la banca y las finanzas en la República Dominicana.

La cartera de préstamos de estos cuatro bancos sumaba 49.9 millones de pesos, de los cuales 17.8 correspondían al sector oficial y 32.1 millones al sector privado.

A estos bancos comerciales se unía el Banco Agrícola e Hipotecario (Bagrícola) y el Banco Central de la República Dominicana.

Cinco décadas después, la banca dominicana ha crecido a la par que la población y la economía. Actualmente operan en el país 156 entidades financieras  autorizadas por las autoridades monetarias, entre ellas 15 bancos múltiples, 24 de ahorro y crédito, 18 corporaciones de crédito, 11  asociaciones de ahorros y préstamos, una entidad pública de intermediación financiera, 74 agentes de cambio y 14 agentes de cambio y remesadores.

El sistema financiero cuenta con activos superiores a los 720 mil millones de pesos (a 37.82 pesos por dólar), de los cuales el 81.7% corresponde a los bancos múltiples, el 12.5% a las asociaciones de ahorros y préstamos, el 3.2% a los bancos de ahorro y crédito, el 2.3% al Banco Nacional de la Vivienda y el 0.3% a las corporaciones de crédito.

La cartera de crédito de todo el sistema sobrepasa los RD$430 mil millones y las captaciones totales los RD$600 mil millones. Estas últimas representan el 94% de los pasivos totales del sistema.

Historia y evolución.  La historia de la banca dominicana se remonta al 1869, cuando el presidente Buenaventura Báez otorgó una concesión a la firma Prince & Hollister, de Nueva York, para emitir billetes y recibir depósitos del público.

El Banco Nacional de Santo Domingo, de capital francés, fue establecido en 1889, por autorización de Ulises Hereaux, el cual operó hasta 1914. En 1912 se estableció el Royal Bank of Canada, y en  1920 el Bank of Nova Scotia.

En  1926 se creó oficialmente el National City Bank, que ya desde hacía años manejaba, a través de una subsidiaria, las cuentas estatales. El 24 de octubre de 1941, este banco fue comprado por el Estado dominicano y convertido en el Banco de Reservas de la República Dominicana.

El Banco Agrícola e Hipotecario fue creado en junio de 1945, mediante la ley 908, y el Banco Central de la República en 1947, cuando se produjo la primera gran reforma del sistema financiero dominicano.

La inestabilidad se siente.  El Boletín del Banco Central correspondiente a 1961 señala que la inestabilidad política se dejó sentir en el sistema financiero con una reducción de los préstamos a los sectores público y privado.

Al cerrar ese año el medio circulante era de 121.2 millones de pesos, inferior en 2 millones a 1960, cantidad en que se redujeron los depósitos a la vista, que sumaron RD$69.1 millones.

El numerario en poder del público sumaba 52.1 millones, y el total de billetes emitidos por el Banco Central ascendía a 58.4 millones. 3.3 millones más que el año anterior. El Boletín del BC señala que sus operaciones se vieron afectadas por la inestabilidad política.

Grande y solvente.  A lo largo de las últimas cinco décadas la banca dominicana ha sufrido crisis,  transformaciones y cambios de leyes y reglamentos. Pasó de ser mayoritariamente de capital extranjero a mayoritariamente de capital local, con un índice de solvencia de casi 18%.

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Delicada situación

A principios de 1961 Trujillo se hizo designar presidente de los Bancos del Estado, cesando a la Junta Monetaria, cuyas funciones pasaron a sus manos. Antes había hecho aprobar leyes en su beneficio que afectaron al BC y a todo el sistema bancario, con las cuales el Banco abultó su cartera y expandió la emisión monetaria mediante la compra de valores títulos avalados por el Estado, pero sin posibilidad de liquidez. También hacer efectiva una garantía de US$20 millones de un préstamo a una de sus empresas, y la entrega de las reservas del BC y el Banreservas.

La cifra

2.7 millones de pesos  fue el monto de los ingresos  presupuestados para el Banco Central en 1961, que tuvo gastos  por 891,870 millones, para un superávit de 1.8 millones.

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