«A Karim Abu Naba´a lo protege la ley»; querellante dice apelará decisión del Tribunal

<STRONG>«A Karim Abu Naba´a lo protege la ley»; querellante dice apelará decisión del Tribunal</STRONG>

“Hoy se demostró que el peligro de fuga inicia después de Karim Abu Naba´a, para él no existe peligro de fuga, lo protege demasiado la ley, y la irresponsabilidad de decisiones jurídicas que llevarían a la reflexión de si sería justo estudiar la carrera de derecho”.

Esas fueron las declaraciones al periódico HOY Digital de Ingrid Hidalgo, abogada de Gustavo Mejía Ricart, luego de que la jueza del Tercer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, Natividad Ramona Santos, rechazara hoy variar la medida de coerción a Karim Abu Nabaa, para imponerle prisión preventiva.

La querella. Fue interpuesta por Mejía Ricart luego de que supuestamente Abu Naba`a  intentara matarlo con una ametralladora marca Gestar, modelo P90.

Vía telefónica, Hidalgo dijo que someterán un recurso de apelación inmediatamente el tribunal notifique por escrito la resolución, a los fines de que la Corte de Apelación proceda a revocar la decisión que emitió la corte.

Expresó que la decisión toma precedente en virtud de que la jueza Natividad Ramona reconoció que el imputado salió del país sin autorización violando una orden de impedimento de salida.

Violación. Explicó que la jueza reconoció que ciertamente Abu Nabaa está en falta y no varió la medida de coerción. «Por lo que nos preguntamos ¿si hubiese sido el `hijo de machepa´ se la hubiesen variado?»

Indicó que ha sido reiterativo en todos los tribunales del país que cuando un imputado incumple con una sentencia, en este caso una resolución de medida de coerción, lo correcto es que los jueces le varíen.

Señaló que la única resolución o medida de coerción que garantiza la presencia del encartado es la prisión preventiva.

“ese señor ha burlado la justicia dominicana y eso apena al sistema porque demuestra que no hay principio de igualdad”, agregó.

Finalmente dijo que lo que establecen la Constitución, las leyes, y los tratados internacionales, son letras muertas.

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