Las bebidas fluían en Miami Beach esa noche cuando la policía de Wall Street se coló en la fiesta.
En tanto los negociadores se apiñaban alrededor de la elegante barra circular del hotel Fontainebleau de Miami en septiembre pasado, entre ellos había mezclada gente de la Comisión de Valores estadounidense (SEC por su sigla en inglés) buscando su siguiente caso importante.
Extraño, sí –pero nada excepcional en estos tiempos. Como un zorrillo en una fiesta en el jardín, la SEC viene moviéndose en el circuito de conferencias de Wall Street, donde no falta la diversión, con la esperanza de adquirir un mayor conocimiento de quién está por hacer algo malo en el mundo de las finanzas.
Los funcionarios revisan las listas de asistentes para detectar de antemano a los actores más importantes y, usando las correspondientes credenciales, conversan entre tragos. Por supuesto, ellos no aceptan ninguno –está totalmente prohibido en la política de la SEC.
La SEC no es el único regulador que recorre las conferencias buscando pistas de conducta sospechosa. La Comisión del Comercio en Futuros sobre Mercancías fue especialmente transparente respecto de sus intenciones cuando montó un estand en plena reunión del sector en marzo.
Los asistentes en el opulento Boca Ratón Resort & Club en Florida fueron recibidos por sonrientes funcionarios de la agencia que repartían silbatos metálicos con el escudo “CFTC” y almohadillas para el mouse publicitando su número gratuito.
Estos esfuerzos demuestran que los reguladores están tratando de potenciar su juego después de haber pasado por alto el esquema Ponzi de Bernard Madoff y de cara a las críticas de que no detectaron los abusos en Wall Street que llevaron a la crisis financiera de 2008.
“Debemos reconocer a la SEC el mérito de tratar de entender lo que sucede verdaderamente en el mercado”, dijo Pat Smith, exfiscal federal y socio en Smith Villazor de Nueva York. “Ha habido muchas críticas a lo largo de los años y hay una falta de sofisticación en cuanto a los mercados y la práctica en el sector”.
La SEC se ha centrado en conferencias sobre bonos como ABS East y ABS Vegas, dijeron personas al tanto del tema que pidieron no ser nombradas dado que las iniciativas del regulador no son públicas.
Las conferencias de cuatro días, realizadas en hoteles de lujo en Miami y Las Vegas, reúnen a inversores y originadores de deuda respaldada por todo, desde préstamos automotores hasta joyas.
Kevin Callahan, portavoz de la SEC, se negó a hacer declaraciones al igual que Caitlin Fitzpatrick de Information Management Network, organizador de las conferencias.
No sorprende que la SEC se concentre en los títulos respaldados por activos. Aleccionada por el colapso de los bonos atados a préstamos para vivienda y otros tipos de deuda que desataron la crisis financiera, la SEC estableció unidades especializadas y contrató a expertos del sector para tratar de recoger pistas de gente enterada.
Una posible desventaja de esta investigación social por parte de la SEC es que los funcionarios se acerquen tanto a los empleados del sector que algunos quizá decidan irse para conseguir empleos mejor remunerados en Wall Street, dijo James Cox, profesor de la Escuela de Derecho de la Duke University.
“En general, es algo bueno pero un subproducto podría ser que los funcionarios de la SEC desarrollen contactos para un empleo en el sector más adelante”, dijo Cox.