La poco conocida historia de su gestación

Parte III

INVESTIGACIÓN HISTÓRICA PARA DETERMINAR RESPUESTA A LA ENTRADA DE CAAMAÑO AL MOVIMIENTO: QUIÉNES LE CONTACTARON Y EN CUÁL FECHA.

1.1 PRIMER CONTACTO: TTE. CNEL. RAFAEL TOMÁS FERNÁNDEZ DOMÍNGUEZ

Fernández Domínguez entró al país el 18 de diciembre de 1964 con permiso de 72 horas en ruta de España a Chile, y vencidas sus objeciones, Francis finalmente se comprometió con su Movimiento, y su objetivo de reinstalar el Gobierno legítimo de Juan Bosch y reponer la Constitución de 1963.

Libro de Arlette Fernández, “Cnel. Rafael Tomás Fernández Domínguez, Soldado del Pueblo y Militar de la Libertad”, 2005, Pag.158. Relato de Manuel de Js. Rojas Fdez. (Cucho):

A mediados del mes de diciembre de 1964, Rafael llegó al país procedente de Puerto Rico con un permiso de sus superiores de no más de tres días…Hicimos un aparte y me dijo: “Yo tengo un plan perfectamente elaborado, que lo he madurado mucho, durante mucho tiempo, con el fin de derrocar el Gobierno, traer al profesor Bosch y reinstalarlo en el poder. Para esto, yo cuento con un grupo de oficiales jóvenes y honestos. Hay muchos oficiales más que se podrían meter que están descontentos con el Gobierno pero no quiero involucrar a oficiales que no tengan una hoja de servicio clara, nítida, limpia. Y yo quiero que seas tú quien, en estos días, me sirva de contacto con esos oficiales”… y continuó: “No te preocupes, vas de parte mía.

“La primera entrevista quiero que sea con el coronel Caamaño. El está de jefe de Radio Patrulla; vas allá y le dices que yo llegué de España, que quiero una entrevista con él, que ponga él el sitio y la hora”. Al día siguiente, como a las diez de la noche, salimos Rafael y yo para el lugar acordado, cerca del puente de Villa Mella. Cuando llegamos ya el coronel Caamaño nos estaba esperando…Entonces comenzaron a hablar de la situación y Francis le dijo: “Bueno Rafaelito ¿Qué es lo que quieres?” “Francis, yo quería hablar contigo porque tengo un plan para derrocar al Gobierno y reponer la constitucionalidad y para ello cuento con un grupo de oficiales jóvenes y honestos y entre esos oficiales estás tú. ¿Qué me dices?” “Bueno Rafael –contestó Francis- déjame consultárselo a mi papá. Para un paso así yo tengo que hablar con él. Mañana a esta misma hora nos volvemos a juntar y yo te daré una respuesta”.

Al otro día volvimos allá y Francis le dijo: “Rafael, dice papá que con un hijo de Ludovino yo me puedo meter en cualquier cosa pero no para reponer a Juan Bosch, sino para hacer una Junta Militar. Así es que, si es para una Junta Militar puedes contar conmigo”. Entonces Rafael trató de convencerlo… Pero Francis no cedía en eso e insistía en lo mismo: “Rafael yo me meto contigo si es para dar un golpe y formar una Junta Militar, que la puedes presidir tú mismo, que dé elecciones en un tiempo prudente y que Juan Bosch venga, haga su campaña, y si él gana, bien, pero no para reponerlo en el poder”.

Entonces Rafael se echó para atrás y le dijo: mira Francis, esto lo vamos a hacer contigo o sin ti. Si nosotros en esta misión perdemos la vida, no nos pesará ni a nosotros ni a nuestros hijos, porque consideramos que lo hacemos por una causa justa, honesta. Si triunfamos, te llamaremos a colaborar y tú serás nuestro jefe de Policía porque tú eres un hombre honesto, de los que necesita el país. Cuando Rafael terminó de hablar había tocado las fibras sensibles de Francis que se paró del asiento y le contestó: “Está bien Rafaelito, cuenta conmigo, donde mueras tú, muero yo”, y a seguidas le preguntó: “¿Y qué es lo que tengo que hacer? ¿cuál es mi misión?” “Bueno, tú me respondes a mí de la Policía, le contestó Rafael…”.

Así lo confirma Claudio Caamaño, primo y asistente personal de Francis Caamaño en su relato del Libro “Caamaño: Guerra Civil 1965, Tomo I”. Pag.114.

…una tarde Caamaño me informa que íbamos a salir. Era a finales de diciembre de 1964…Me extrañó que nos dirigiéramos a su casa de familia, donde me deja con instrucciones de que lo espere. Regresó más de dos horas después…Me narró una reunión que había tenido y me dijo: “Primo, hicieron un contacto conmigo y hemos pasado a un movimiento grande en que están involucrados miembros de todas las Fuerzas Armadas”. En este caso era igual a nuestros planes para deponer el Triunvirato, quitar a todos los jefes corruptos de las Fuerzas Armadas, incluido Wessin, y lo diferente es que en vez de un Gobierno militar, el objetivo es reponer a Juan Bosch como Presidente Constitucional de la República.

Caamaño explica que era “un movimiento de oficiales jóvenes, preparados y honestos, activos y cancelados injustamente. Me comprometí y cuento contigo para que asumas la misma posición que yo, que aunque es algo diferente a lo que nosotros nos proponíamos, llena los mismos fines, y aún más, es más justo porque aplicamos la Constitución que el pueblo se dio libremente”… Caamaño finaliza diciéndome: “Tú estás en este movimiento quieras o no y desde el momento en que yo acepté tú aceptaste conmigo. Y me ayudarás a explicar este asunto a los demás”.

SEGUNDO CONTACTO: ARQ. LEOPOLDO ESPAILLAT NANITA

Mi relación con los Caamaño partía de nuestros progenitores (Gral. Fausto Caamaño y Mayor Médico Ramón Espaillat) y se concretó con Francis, a partir de Dic. 19, 1963, cuando según relaté, me visitó en la Torre del Homenaje. Ello estableció la confianza para un posterior encuentro, ya a fines del 1964 y principios del 1965.

El año 1964 fue de reestructuración del Movimiento en su parte civil, que tenía a cargo José Rafael Molina Ureña que, trabajando con perredeístas, se mantenía lejos de un PRD que Bosch había entregado a Antonio Martínez Francisco como Secretario Gral., pues siendo un hombre de confianza de la embajada de EE.UU., desviaría sospechas del PRD; y quien, al igual que Peña Gómez, no tenía idea de las actividades de Molina. Ambos tenían contacto con militares balagueristas, y la reunión en Juan Dolio en casa de Martínez Francisco, que relatan Marino Vinicio Castillo y Ricardo Bodden López en el libro de Gómez Bergés sobre los Hechos de Abril, con la asistencia de Peña Gómez, era con el ‘Clan de San Cristóbal’.

Doy fe de que con Molina conspiraron para reponer a Bosch, con la anuencia de Balaguer en N.Y., tres dirigentes de la juventud reformista: Leopoldo Pérez Sánchez, Manolín Jiménez Rodríguez y Luis Dhimes Pablo, que sumaron algunos militares balagueristas al Movimiento al que se mantuvieron fieles. En tanto, proseguía la ampliación y reorganización del grupo militar, tarea en la que Hernando Ramírez confrontó problemas a fines de 1964.

Las indecisiones de Caamaño, no obstante su compromiso con Fernández Domínguez, motivó a Molina y Hernando solicitarme hablarle. Sostuve tres reuniones con él. La primera un Sábado en la tarde en la finca del Gral. Caamaño rumbo a Villa Mella. Le di información general del Movimiento, no dando a entender que estuviera al tanto, pero enfatizó que no se debía regresar de una vez a un orden legal, porque ‘había que limpiarle el pico a alguna gente’. La 2da. fui requerido un mediodía por un Hernando aún nervioso, porque estuvo bajo vigilancia y arresto, logrando superar las sospechas “al punto que Donald Reid le invitó a acompañarle a un vuelo en helicóptero y se había dormido en su hombro”.

Visité a Francis donde vivía detrás del Hospital Salvador Gautier, y al informarle que Hernando estaba pendiente de su decisión, me sorprendió tomando el teléfono para llamarle diciéndole: “Hernando, tengo aquí a Polín Espaillat y mi respuesta es positiva”. Pensé que esa llamada imprudente nos llevaría a todos a la cárcel, porque el teléfono de Hernando estaría intervenido. Afortunadamente no lo estaba. La 3ra. y última, de noche a hora avanzada, fue en la finca del Gral. Caamaño, estando Ramón Ledesma Pérez, suplente de Molina. Esta reunión fue definitiva para Francis participar en el Movimiento, requiriendo mi palabra de honor de que no era comunista, y como condición que no se le pusiera la mano a Morillo López. En sus Memorias Molina Ureña la sitúa en marzo 30.