En su nuevo trabajo como analista de ESPN en el partido dominical nocturno, Alex Rodríguez no se queja de los cambios de lanzadores sin acabar y visitas al montículo.
«Tengo un prejuicio, soy tal vez el individuo erróneo para hacerle la pregunta», dijo el viernes. «Yo puedo mirar un juego de cinco horas».
Rodríguez se desvinculó de los Yanquis de Nueva York en agosto de 2016 tras una carrera de 696 jonrones, tres premios al Más Valioso en la Liga American, una temporada completa que se perdió por suspensión y escándalos de sobra para llenar un pabellón del Salón de la Fama.
Empezó como analista de estudio con Fox ese octubre y permaneció en esa función el año pasado, cuando trabajó tres juegos como comentarista en la cabina junto a Joe Buck y Kevin Burkhardt.
Tal y como lo hizo en la tercera base con los Yankees en 2014, A-Rod reemplazará a Aaron Boone. Rodríguez y Jessica Mendoza, quien repite, serán los analistas, junto al nuevo relator Matt Vasgersian.
Dan Shulman se retiró del equipo de ESPN el año pasado, y Boone se fue para dirigir a los Yanquis.
Al abordar los cambios propuestos por los jerarcas de Grandes Ligas para acelerar los juegos, A-Rod se manejó con cautela.
«Creo que habrá un periodo de prueba. No todo será perfecto», dijo.
«Tenemos que tener una mente abierta y entender que es un periodo muy fluido, y que buscamos audiencia cuando hoy en día hay más distracciones que nunca».
El dueño de los Yankees Hal Steinbrenner contrató a Rodríguez como asesor especial e instructor hasta el final de su contrato la pasada temporada.
Consultado sobre si mantendrá tareas con los Yankees, A-Rod se limitó a decir: «Estoy conversando con Hal ahora mismo».
Sagaz y elocuente, Rodríguez se ha esforzado en cambiar su imagen desde su suspensión que le costó todo 2014, sancionado por MLB por quebrantar el reglamento antidopaje y el convenio laboral.
«Antes que todo, yo he cambiado. Empiezas contigo, ¿es así?», dijo.
«Una vez que cumplí mi suspensión y tuvo todo un año sin hacer nada para reflexionar, desde muchos años quería hacer introspectiva y buscar algo mejor, ya que sabía que yo necesitaba otro paradigma».
«Y la suspensión fue tan larga, que desafortunadamente o por fortuna, me permitió cavilar sobre cambios y poner ese cambio en marcha», añadió.
Si no fuera por sus casos de uso de sustancias dopantes, Rodríguez sería un fijo para ser elegido al Salón de la Fama en su primer año.
«Estaría mintiendo si les dijera que no sería el sueño absoluto entrar al Salón de la Fama. Claro que me gustaría entrar al Salón de la Fama. Pero yo no tengo control de ello», indicó.