El refrán  “El que hace la ley, hace la trampa”, también conocido como “hecha la ley, hecha la trampa”. Se dice que proviene del libro “Secreto Tibet”, escrito por Fosco Maraini, donde aparece la historia de unos monjes japoneses que no podían comer otro alimento que no fuera de origen marino.  Entonces declararon al jabalí, que abundaba mucho en la región, como ballenas silvestres para poder mantener su ley y consumir la carne del animal.

En un principio  la gasolina no tenía plomo, se le añadió un aditivo que servía de antidetonante, que llevaba plomo para evitar que la mezcla de una pequeña cantidad de gasolina y aire que ocurre en el motor, cuando se comprime, se detona con una chispa.  Cuanto más se comprime la mezcla, más potencia se consigue, pero si se comprime mucho, se detona sola.

Estos son tres trucos  para que la berenjena no amargue: cortar en rodajas y ponerlas en un colador y echar sobre ella abundante sal. Se deja actuar mínimo media hora y después se enjuaga. Veremos que suelta un líquido marrón donde se queda el amargo.  También poner la berenjena cortada en un recipiente con agua fría y añadir sal y un poco de leche.  Otra opción es echar la berenjena cortada en agua con sal y agregar harina. Se deja reposar también mínimo media hora y se enjuaga bien antes de cocinarla.

Si le da mucho trabajo  subir o bajar un zipper, úntele jabón de cuaba y correrá normalmente.

Científicos  norteamericanos recomiendan nunca morder las semillas de la manzana porque contienen cianuro.  Injerir más de 50 de ellas podría provocar serios problemas.

Los humanos  y los delfines son las únicas especies que practican sexo por placer.