Soy amante de las innovaciones, pero nunca me cierro a modificar lo que no cuadra.
Creo que eso pasará con la nueva regla de las Grandes que obliga a los bateadores a quedarse cerca del home.
No lo digo para simplemente apoyar las quejas de David Ortiz y de Adrian Beltré. Señores, lo más difícil es batear, y si usted le suma más cosas, eso vuelve loco a cualquiera.
El béisbol está tan moderno y computarizado, que ya los lanzadores averiguan tus debilidades y fortalezas. Eso va del lanzador hacia el bateador, pero el bateador también debe conocer el repertorio del pitcher. Pero en el caso de los bateadores, tu tienes que dar más de un hit diario para ser productivo, un lanzador tira cada cuatro días, y tiene más tiempo para prepararse. La participación de un bateador es más rápida, no hay tiempo para pensar.
Es más, hay lanzadores tan duros y difíciles, que aún sabiendo el pitcheo que te va a tirar, no lo puedes batear.
Pero está la presión de la situación del juego, la gente en base, el score, tu racha actual de bateo, tu promedio, alguna marca personal, un familiar enfermo o cuando tiran un “rectazo a 100” millas te aturden en un momento.
A los jugadores no se les pierde el paso con todo lo que toman, si beben, si bailan, si tiene muchas mujeres, en fin, todo de todo.
Entonces ahora resulta que no pueden ni “tomar un aire” entre pitcheos. ¡Eso no lo aguanta nadie!.
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