La agencia de calificación Fitch cree que el plan del Gobierno de Estados Unidos de imponer aranceles al aluminio y al acero importado podría aumentar los riesgos para el crecimiento global en caso de que se tomen medidas de represalia por otros países que provoquen una mayor desorganización comercial y mayores precios.
«Estos aranceles aumentan el riesgo de iniciar un proceso de aumento de medidas proteccionistas como represalias que podrían afectar al comercio mundial», ha aseverado Fitch en un comunicado, aludiendo a las advertencias de la Unión Europea (UE) de imponer aranceles específicos en caso de que Donald Trump apruebe los del acero y del aluminio.
No obstante, ha explicado que el efecto directo de los aranceles sobre los exportadores de estos materiales a EEUU probablemente «será limitado» gracias a la «saludable» demanda regional y los recortes de capacidad de China, que continúan brindando un entorno positivo para las perspectivas del sector. En el caso de los productores de acero y aluminio estadounidenses, Fitch indica que se beneficiarán de un mayor poder de fijación de precio, siempre y cuando los aranceles se apliquen de manera efectiva en un amplio conjunto de países. Tal y como explica, los productores de estos materiales se verán beneficiados, al menos en el corto plazo, pues EEUU es un importador neto de acero, de forma que los precios de importación tienen un efecto significativo en el mercado interno.