Buenos Aires. El jefe de Gabinete del Gobierno argentino, Jorge Capitanich, aseguró hoy que la decisión del juez neoyorquino Thomas Griesa de declarar al país en desacato no tiene “ningún tipo de razón, fundamento, ni impacto” y que el magistrado se encuentra en una “encrucijada con destino final incierto».

“Entendemos que no tiene ningún tipo de razón, fundamento ni tampoco impacto la decisión tomada por el juez ayer”, manifestó Capitanich, durante su rueda de prensa diaria, en referencia a la resolución adoptada por Griesa en el marco del litigio abierto con los fondos especulativos.

Griesa declaró este lunes a Argentina en desacato por ignorar un fallo que le obliga a pagar a los fondos de inversión querellantes 1.300 millones de dólares, más intereses, por bonos en mora desde 2001 que no ingresaron en los canjes de 2005 y 2010.

El jefe de ministros dijo que el desacato “no tiene efecto práctico” y que “solo sirve para la campaña de desprestigio y extorsión que aplican los fondos buitre».

«(Griesa) ha provocado un verdadero galimatías jurídico, con un proceso de alta complejidad en el que cada decisión empeora la anterior”, declaró el funcionario.

“Está en una encrucijada cuyo destino final es incierto, en virtud de la marcada incompetencia para resolver un tema judicial fácil y sencillo”, agregó.

El jefe de Gabinete reafirmó la postura manifestada ayer por el Ejecutivo argentino, que sostiene que la decisión del juez viola el derecho internacional, la Carta de las Naciones Unidas y la Carta de la Organización de los Estados Americanos, e instó a Washington a resolver el conflicto en la Corte Internacional de La Haya.

Capitanich recordó que según el artículo 24 de la Convención de la ONU sobre la inmunidad de los Estados y sus bienes, adoptada en el año 2004, “no se condenará a ninguna multa o pena al estado que haya incumplido o rehusado incumplir” requerimientos tales como la sentencia favorable a los fondos especulativos.

Además, recalcó que “ningún estado estará obligado a prestar caución, fianza, depósito para garantizar el pago de costas o gastos judiciales de cualquier proceso que sea parte demandada de un tribunal de otro Estado».

La decisión de Griesa se produjo en vísperas del nuevo vencimiento de los bonos argentinos reestructurados, por valor de unos 190 millones de dólares, de los cuales 171 millones corresponde a títulos emitidos bajo legislación extranjera.

El pago del último vencimiento, correspondiente al 30 de junio pasado, fue bloqueado por orden de Griesa, quien impidió que los agentes fiduciarios internacionales distribuyeran los fondos depositados por Argentina hasta que el país cumpla con el fallo favorable a los fondos especulativos.

Para esquivar el bloqueo, el Parlamento argentino aprobó a comienzos de este mes una ley para ofrecer a los bonistas la posibilidad de cobrar la deuda en Argentina o en Francia.

Está previsto que el Gobierno argentino deposite hoy los fondos correspondientes al nuevo vencimiento.