San Juan.La nueva directora de la Asociación de Bancos de Puerto Rico (ABPR), Zoimé Álvarez Rubio, asume el reto de encabezar a un sector financiero clave para la economía local en un momento de profunda crisis económica en la isla caribeña.
Álvarez Rubio releva en el cargo a Arturo Carrión, quien dijo hoy a Efe que confía plenamente en el trabajo de su sucesora tras casi tres décadas al frente de la patronal financiera, sector que, en su opinión, presenta solidez a pesar de la difícil situación de la economía puertorriqueña.
“Asumo esta nueva encomienda con mucho orgullo y con el entusiasmo de servirle a Puerto Rico a través de la industria bancaria, uno de los pilares principales de nuestra economía”, dijo Álvarez Rubio en el comunicado de anuncio de su nuevo cargo.
“Reconozco que contamos con recursos de primera y el compromiso inquebrantable de una industria que trabaja unida en servicio y beneficio de nuestro pueblo”, añadió. La abogada -que fue administradora de la Corporación del Fondo del Seguro del Estado de 2009 a 2013- trabajará conjuntamente con Carrión hasta que éste abandone su puesto el próximo 30 de junio.
La ABPR representa a las principales instituciones financieras de Puerto Rico ante la sociedad en general para unificar la voz de un sector que en la isla se calcula que emplea a más de 11.000 personas, cuenta con 371 sucursales y dispone de más de mil cajeros automáticos.
Carrión, que previo al cargo que ahora abandona fue vicepresidente ejecutivo del Banco Popular entre 1955 y 1986, subrayó que hay que ser positivos respecto a la situación de los bancos de Puerto Rico, que “a pesar del difícil escenario por el que atraviesa la isla han sabido mantener una situación de solidez».
“La banca ha reducido su actividad como consecuencia del deterioro de la economía y la caída de la actividad en general”, reconoció Carrión. Sin embargo, el sector “cuenta con una capitalización de 8.200 millones de dólares”, resaltó el directivo saliente, lo que le permite cierto colchón para ayudar a la economía local. Carrión matizó que, en realidad, la gravedad de la situación la atraviesan las cuentas públicas, aunque aclaró que es obvio que eso afecta al conjunto de la economía.
En su opinión, la clave para entender los actuales problemas financieros del Gobierno reside en la gigantesca economía sumergida, que cuantificó en más del 25 % del producto interior bruto (PIB), un porcentaje que hay quienes sitúan incluso en el 50 %.
Esa ingente cantidad de la economía queda fuera de cualquier registro y, por tanto, del pago de impuestos, es a su juicio lo que merma dramáticamente las arcas públicas. Sobre el panorama financiero que heredará su sucesora, apuntó que cuando el llegó al cargo en 1986 había en Puerto Rico 23 bancos, frente a los 6 actuales, tras un proceso de consolidación que vivió su episodio más importante en 2010.
En abril de aquel año la Comisión de Instituciones Financieras anunció el cierre, por graves problemas de liquidez, de Eurobank, R-G Premier Bank of Puerto Rico y Westernbank. Esas entidades fueron adquiridas, respectivamente, por Oriental, Scotiabank y Banco Popular.
El proceso de consolidación continuó en diciembre de 2012, cuando Oriental adquirió los activos de BBVA Puerto Rico por unos 500 millones de dólares. Otra entidad local, Doral Bank, que arrastraba graves problemas financieros desde hacía tiempo, dejó de operar el pasado febrero, tras más de 42 años de andadura, por orden de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) debido a sus problemas de liquidez. EFE