Un acuerdo provisorio del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) podría estar a muy cerca de materializarse. ¿Cómo sería?
Aunque Estados Unidos, Canadá y México han logrado avances en el último tiempo, incluso en el tema crítico de los automóviles, la mayoría de los capítulos del TLCAN no están terminados y las disputas clave siguen sin resolverse. Eso significa que aún puede necesitarse una modificación del acuerdo preliminar para satisfacer al próximo Congreso estadounidense o al nuevo Senado y Presidencia de México.
Si bien no está claro qué significa un acuerdo “en principio” como lo concibe el equipo negociador del presidente Donald Trump, la presión aumenta. “EE.UU. quiere moverse más rápidamente y llegar en realidad a una resolución”, dijo Robert Holleyman, socio de Crowell & Moring, exrepresentante adjunto de Comercio de EE.UU. durante el mandato de Barack Obama.
“A nivel político, ¿existen los lineamientos de lo que podría ser una conclusión exitosa para las tres partes que luego se dejen en manos de los negociadores de carrera y los abogados para que ellos ideen cómo desarrollarlos?”.
Basándose en entrevistas con partes interesadas, autoridades y observadores, así es como se perfila el nuevo TLCAN.
Contenido automotor. Las negociaciones del TLCAN nunca fueron más tensas que en octubre cuando el sector automotor de EE.UU. propuso modificaciones que requerirían que el 85 por ciento del contenido de un vehículo típico fuera fabricado con materiales norteamericanos, superior al 62,5% actual, con un contenido específico total del 50% estadounidense. Canadá y México dijeron que eso era impracticable.
Luego, Canadá y EE.UU. decidieron considerar el cálculo del valor de un automóvil de una manera que respaldara los empleos locales otorgando créditos para elementos tales como mayores salarios y costos de investigación y desarrollo. Dejando de lado su demanda del 50% de contenido, Estados Unidos habría propuesto un sistema escalonado en el que no todas las piezas de automóviles necesitarían alcanzar el umbral del 85%. Canadá y México no se oponen particularmente a algo superior al 62,5%, pero quieren que se haga de una manera que no sea tan compleja que simplemente lleve la producción al extranjero.
El nuevo TLCAN probablemente también incluya un aumento de los salarios o una mejora de las normas laborales mexicanas.
Cláusula de caducidad
Estados Unidos también quería una cláusula que terminara con el TLCAN después de cinco años a menos que los tres países acordaran extenderlo, medida que según los líderes empresariales agregaría demasiada incertidumbre. ¿Para qué construir una fábrica si las reglas pueden cambiar rápidamente?
Todos los signos ahora apuntan a algún tipo de revisión periódica. El TLCAN, después de todo, ya tiene una cláusula de salida: cualquier país puede abandonar el pacto previo aviso de seis meses.
“Básicamente ya acordaron que Estados Unidos iba a desistir de un plazo rígido y estricto”, dijo Welles Orr, representante adjunto de Comercio de Estados Unidos durante el mandato de George H. W. Bush.
Abastecimiento gubernamental. Este sigue siendo un importante punto de fricción. EE.UU., que supera con creces la población y las economías de sus vecinos, quiere limitar el valor combinado de los contratos gubernamentales disponibles para Canadá y México por el valor de los contratos adjudicados a empresas estadounidenses en esos países. Canadá y México dicen que los dejaría con menos acceso que naciones con menos vínculos con EE.UU. Algunos piensan que EE.UU. retrocederá, mientras que otros creen que Canadá y México buscarán otros temas y se darán por vencidos en esta materia.
Tres secciones del TLCAN lidian con la resolución de disputas: el Capítulo 11 (resolución de controversias inversionista-Estado), el Capítulo 19 (casos antidumping y derechos compensatorios) y el Capítulo 20 (disputas sobre la interpretación del TLCAN).
EE.UU. quiere poner fin al Capítulo 19 -una de las partes más importantes para Canadá- y que el Capítulo 11 sea opcional.
La agricultura es otro elemento con grandes divisiones, poco movimiento y alguna forma de status quo como el resultado más probable. EE.UU. propuso desmantelar el sistema canadiense de cuotas y aranceles para los productos lácteos y las aves de corral.