Pekín. El jamaicano Usain Bolt volvió hoy a dar la nota en un gran evento deportivo al presentarse en la ceremonia de entrega de su propia medalla de oro en los 100 metros de Pekín 2015 con una vídeo-cámara con la que, encima del podio, grabó y hasta comentó el mágico momento.
Durante los primeros minutos de la ceremonia, Bolt grabó todo lo que pudo, hizo sus habituales muecas de comediante y habló mucho a la cámara, aunque habrá que esperar a que suba su trabajo a las redes sociales para conocer qué es lo que contó.
Frente a él, como principal objetivo de los planos del hombre más rápido del mundo, estaba la animada hinchada de jamaicanos que ha viajado a Pekín para animar a su ídolo, así que probablemente ellos eran los destinatarios de este guiño de Bolt.
Al jamaicano siempre le gusta bromear cuando es enfocado por las televisiones, incluso en los tensos momentos previos a cada carrera, y en la noche del domingo, a escasos segundos de la final, hizo con sus dedos índice y corazón un gesto que imitaba a las piernas corriendo que se ganó las sonrisas de muchos espectadores. En la ceremonia de hoy, Bolt dejó finalmente de grabar cuando recibió el oro de manos del presidente saliente de la IAAF, Lamine Diack, y estuvo más formal mientras sonaba el himno de su caribeño país.
Tras la entrega del oro, noveno que Bolt logra en unos Mundiales, sonó en todo el estadio “Buffalo Soldier”, de su paisano Bob Marley, para agradecer al jamaicano el espectáculo dado en el día anterior, al imponerse en una inolvidable final a Justin Gatlin, por tan sólo 13 milésimas de diferencia.