El 18 de diciembre del 2006, Joan Guzmán realizó, con éxito, la primera defensa de su título ligero junior de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) ante el estadounidense Antonio Davis en el Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto.
Esa pelea generó un gran entusiasmo e interés por parte de los fanáticos dominicanos, tanto así que hizo recordar la época dorada del boxeo profesional de la República Dominicana.
Sin embargo, el hermetismo con que se manejó el asunto de las boletas, unido a falta de coordinación, impidió que el Palacio de los Deportes se llenara a toda capacidad.
Pero en esa ocasión, la gente estaba en boxeo.
Desde entonces, en el país no se ha vuelto a presentar una sola cartelera que concite mayor interés por parte de los fanáticos criollos.
Debo recordar que Joan Guzmán volvió a pelear en el Palacio de los Deportes, especificamente el 20 de diciembre del 2008, ante Ameth Díaz, pero en esa ocasión el fanático no se sentió tan motivado como en la ocasión anterior.
En los últimos años, los eventos del boxeo profesional se presentan en lugares con capacidad muy limitada, hotel Jaragua, Maunaloa Night Club, Sambil, así como en clubes, entre otros, lo que pone de manifiesto que los mismos promotores han hecho conciencia en cuando al poco interés que muestran los fanáticos por los eventos de boxeo profesional.
Es de justicia reconocer, sin embargo, que República Dominicana es una nación con gran tradición de boxeo. A la gente le gusta este deporte y sigue las grandes peleas internacionales, pero los tiempos han cambiado, el público tiene más opciones y el boxeo se ha quedado rezagado.