La sociedad Dominicana de Cardiología advirtió ayer a los pacientes con enfermedades cardíacas abstenerse de hacer desórdenes alimenticios y tomar bebidas alcohólicas en este período de festividades, pues esto los descompensa y complica su salud en general.
La doctora Carmen Encarnación Roa, presidenta de la Sociedad Dominicana de Cardiología, dijo que los excesos de alimentos, los brindis, los dulces, la sobremesa y el alcohol aumentan los kilos y pone en riesgo la presión arterial.
“Por lo general, los desórdenes que se hacen en Navidad y Año Nuevo provocan que se eleven la presión arterial, el colesterol y los triglicéridos, el riesgo de debutar con una enfermedad cardiovascular se incrementa”, dijo Encarnación
Para esta temporada las urgencias e ingresos hospitalarios aumentan, debido fundamentalmente a la crisis hipertensiva, la diabetes, ataques de epilepsia y enfermedades digestivas relacionada con los excesos alimentarios, dijo Encarnación.
Algunas enfermedades neurológicas; como la epilepsia, se ven peligrosamente influenciadas por la ingesta de alcohol o la falta de sueño durante las fiestas.
En las personas obesas o con sobrepeso, la hipertensión arterial es entre dos y tres veces más frecuente que en los individuos con un peso normal. Por ello, la presidenta de la entidad, doctora Encarnación, hace un llamado a la sociedad dominicana y recomienda que en estas fechas modere la ingesta de comidas copiosas, ricas en sal y grasas para mantener su salud.
Pero además, «los pacientes hipertensos deben cuidar especialmente su dieta durante estos días, dado que son más propensos a tener exceso de peso”, señaló. Esta situación es mucho más evidente en los menores de 40 años y en las mujeres.»La reducción de peso es uno de los factores más importantes del tratamiento de la hipertensión arterial hasta el punto de que, en algunos casos, basta con introducir pequeños cambios en el estilo de vida para mantener los objetivos de salud, sin necesidad de añadir medicación», asegura Encarnación.
Las personas deben cuidar no cometer excesos.