China reducirá los aranceles al 15% para los coches, impulsado por fabricantes como BMW y Ford, justo en un momento cuando la amenaza de una inminente guerra comercial con Estados Unidos retrocede.
El Ministerio de Finanzas de China explicó ayer en la mañana que la tasa se reducirá a partir del 1 de julio desde el actual 25% que ha estado en vigor durante más de una década.
Bloomberg informó el mes pasado que China estaba sopesando propuestas para reducir la tasa de importación de automóviles al 10% o 15%. Asimsimo el impuesto a la importación de piezas de automóviles se reducirá al 6%, según ha asegurado el ministro de Finanzas.
La reducción en los aranceles de importación sigue a una tregua entre la administración del presidente Donald Trump y los funcionarios chinos en su intento de calmar las tensiones y evitar una completa guerra comercial. Si bien la reducción del impuesto podría reclamarse en algunos trimestres como una concesión a Trump, será una gran ayuda para los fabricantes de vehículos de EEUU como Tesla, que recientemente registró una nueva empresa para fabricar coches en China. La medida también terminará beneficiando a los fabricantes europeos y asiáticos de Daimler, BMW o Toyota.
La flexibilización tarifaria es parte de una oleada de anuncios de la política china en los últimos meses para demostrar el compromiso del país a abrirse a la economía global, en buena parte como respuesta a las acusaciones de proteccionismo formuladas por la administración del presidente Trump.
Beijing también se ha comprometido a reducir los límites de propiedad en el sector automotriz y bancario.