Guaynabo (Puerto Rico). Los puertorriqueños Roberto Clemente, Bernie Williams, Juan “Igor” González y Héctor Villanueva y los cubanos Conrado Marrero y Napoleón fueron exaltados hoy al Salón de la Fama de las Series del Caribe de Béisbol en Puerto Rico.
La ceremonia se llevó a cabo en el Museo del Deporte de Puerto Rico en Guaynabo, localidad cercana a San Juan, donde ubica un área especial con la historia de las 57 ediciones del torneo caribeño y que este año se celebra en el estadio Hiram Bithorn en la capital puertorriqueña.
Allí hoy se ubicaron unas réplicas de las placas originales que le otorgó la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe, dirigida por el dominicano Juan Francisco Puello, a los nuevos integrantes. “Me siento alegre por la exaltación al Salón de la Fama de la Serie del Caribe por mi país, al saber que se reconoce el trabajo que hice”, dijo en la ceremonia González, el segundo pelotero boricua con la mayor cantidad de jonrones en las Grandes Ligas.
“Ha sido una semana de muchas emociones, satisfacción y regocijo”, agregó González, quien participó el martes de sendos homenajes por su participación con los Senadores de San Juan de Puerto Rico en la Serie del Caribe de 1995.
Clemente es el más famoso del grupo de inmortales y fue elegido este año al grupo de inmortales a pesar de que no jugó en al menos tres Series del Caribe, pues solo lo hizo en 1955 y 1958, tal y como estipulan las reglas del salón.
Sin embargo, según explicó a Efe el director de prensa de la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe, Ricardo Valero, Clemente fue incluido por la labor humanitaria que hizo tanto en Puerto Rico y Latinoamérica, en especial su ayuda a las víctimas de un terremoto en Nicaragua en 1972.
Este gesto llevó a Clemente a montarse en un avión completamente equipado con artículos de primera necesidad, pero el aparato se estrelló al despegar de San Juan. “No solamente se exalta por los atributos como pelotero, sino como ciudadano y si hay algo que no hay una sola duda sobre su labor ciudadana en el caso de Roberto Clemente, pues obviamente lo completó”, resaltó Valero sobre el primer pelotero latinoamericano en llegar a los 3.000 imparables en las Grandes Ligas. Williams, por su parte, representó a los Criollos de Caguas en la Serie del Caribe de 1987 y en dos ocasiones con los Senadores de San Juan en 1995 y 1997.
Williams, quien también formó parte del “Equipo de ensueño” que barrió la Serie del Caribe de 1995, es el líder en promedio de bateo y ‘slugging’ entre los puertorriqueños que han participado en estas competencias en al menos tres ocasiones. Villanueva, asimismo, jugó en las Series del Caribe de 1991, 1992, 1993, 1997, 2000 y 2001.
Fue premiado como el Jugador Más Valioso de la Serie del Caribe de 1993 y ha sido el único jugador que ha liderado el torneo en carreras remolcadas en tres ocasiones (1990, 1992 y 1993). El lanzador Conrado Marrero (1911-2014) jugó en las Series del Caribe de 1949, 1950, 1954 y 1957. Ganó la primera edición de este torneo, en 1949, jugando con los Alacranes de Almendares y en 1957 con los Tigres de Marianao.
Fue el primer lanzador en tirar un partido sin permitir carreras. Napoleón Reyes (1919-1955) fue un dirigente cubano que manejó a los Tigres de Marianao a los campeonatos de 1957 y 1958, lo que lo convirtió en aquel momento en el primer piloto en obtener títulos seguidos en Series del Caribe. Terminó con marca de 11-7.
El salón de inmortales, que arrancó en 1996, tiene entre sus miembros a Willard Brown, Tony Armas, Tany Pérez, Rubén Gómez, Víctor Pellot, George Bell, Luis Rodríguez Olmo, Rod Carew, Willie Mays, Orestes Miñoso, David Concepción, Pedrín Zorrilla, Edgar Martínez, Roberto Alomar, Carlos Baerga y Fernando Valenzuela. EFE